2. Lee. Sobretodo poesía y letras de canciones. Empápate. Estudia la sonoridad de las palabras. Lee en voz alta. Aprende a disfrutar del sonido de las p-a-l-a-b-r-a-s. Disfruta de la conjugación de palabras distintas, de las imágenes que se crean. Fíjate bien qué expresiones o palabras se repiten en las canciones para constantemente reenganchar al oyente, normalmente en los estribillos. Y, muy importante, el siguiente punto.
3. Analiza la estructura de tus canciones preferidas. Estudia cómo organizan sus canciones tus ídolos. No es algo muy complicado. Pero así tendrás una plantilla para facilitar tu trabajo
4. Escribe, escribe, escribe. ¿Cómo se aprende a cantar? Cantando. ¿Cómo se aprende a correr? Corriendo. ¿Cómo se aprender a escribir? Escribiendo. Luego puedes sofisticar tu aprendizaje de muchas maneras (y de hecho es más que recomendable), pero tienes que saber no perder el norte y centrarte en hacer justo «aquello» que quieres aprender. Lleva libretas contigo, o la magnífica aplicación de Evernote en tu móvil, y escribe todo lo que puedas, en todos lados. O por lo menos en tu casa. Haz escritura libre y escribe también pretendiendo escribir canciones. No te juzgues, simplemente hazlo. Y releyéndolo posteriormente podrás corregir, pulir, etc. Puede que no te interese escribir «grandes» letras, pero, sinceramente, la belleza de un buen verso no tiene parangón. Aunque puedes escribir canciones de distintas formas, escribir primero la letra y luego poner la música es como yo me muevo con más facilidad. Pero a veces también lo hago a la inversa, como describiré en otro punto. Y otras, de manera casi mágica, música y letra surgen de la mano. Es algo muy personal.
5. Copia. Sí, copia. No estoy hablando de plagiar una obra, pero copiar, al fin y al cabo, es lo que hacemos todos constantemente. Cuando alguien empieza a aprender cualquier disciplina lo normal es que empiece copiando a su maestro o a su ídolo. Es natural. Son las referencias que tienes y es una buena manera de simplificar procesos. Luego ya habrá tiempo de fusionar con otras fuentes, crear nuevas combinaciones e incluir ideas únicas en ti. Por ejemplo, busca una canción que te guste mucho en internet. Busca los acordes de dicha canción. Esos mismos acordes tocados a tu manera con una letra tuya y tu propia melodía son una canción nueva. Así de simple. ¿Sabes la cantidad de canciones míticas que comparten exactamente la misma secuencia de acordes? Pero existen muchas más maneras de copiar: formas de escribir, dejes al cantar, formas de arreglar canciones, ritmos, etc. No digo ni mucho menos que te quedes ahí, no queremos hacer la guerra de los clones, pero sí es un muy buen punto de partida.
Respuesta:
espero te ayude Bro
Explicación:
1. Escucha mucha música y variada.
2. Lee. Sobretodo poesía y letras de canciones. Empápate. Estudia la sonoridad de las palabras. Lee en voz alta. Aprende a disfrutar del sonido de las p-a-l-a-b-r-a-s. Disfruta de la conjugación de palabras distintas, de las imágenes que se crean. Fíjate bien qué expresiones o palabras se repiten en las canciones para constantemente reenganchar al oyente, normalmente en los estribillos. Y, muy importante, el siguiente punto.
3. Analiza la estructura de tus canciones preferidas. Estudia cómo organizan sus canciones tus ídolos. No es algo muy complicado. Pero así tendrás una plantilla para facilitar tu trabajo
4. Escribe, escribe, escribe. ¿Cómo se aprende a cantar? Cantando. ¿Cómo se aprende a correr? Corriendo. ¿Cómo se aprender a escribir? Escribiendo. Luego puedes sofisticar tu aprendizaje de muchas maneras (y de hecho es más que recomendable), pero tienes que saber no perder el norte y centrarte en hacer justo «aquello» que quieres aprender. Lleva libretas contigo, o la magnífica aplicación de Evernote en tu móvil, y escribe todo lo que puedas, en todos lados. O por lo menos en tu casa. Haz escritura libre y escribe también pretendiendo escribir canciones. No te juzgues, simplemente hazlo. Y releyéndolo posteriormente podrás corregir, pulir, etc. Puede que no te interese escribir «grandes» letras, pero, sinceramente, la belleza de un buen verso no tiene parangón. Aunque puedes escribir canciones de distintas formas, escribir primero la letra y luego poner la música es como yo me muevo con más facilidad. Pero a veces también lo hago a la inversa, como describiré en otro punto. Y otras, de manera casi mágica, música y letra surgen de la mano. Es algo muy personal.
5. Copia. Sí, copia. No estoy hablando de plagiar una obra, pero copiar, al fin y al cabo, es lo que hacemos todos constantemente. Cuando alguien empieza a aprender cualquier disciplina lo normal es que empiece copiando a su maestro o a su ídolo. Es natural. Son las referencias que tienes y es una buena manera de simplificar procesos. Luego ya habrá tiempo de fusionar con otras fuentes, crear nuevas combinaciones e incluir ideas únicas en ti. Por ejemplo, busca una canción que te guste mucho en internet. Busca los acordes de dicha canción. Esos mismos acordes tocados a tu manera con una letra tuya y tu propia melodía son una canción nueva. Así de simple. ¿Sabes la cantidad de canciones míticas que comparten exactamente la misma secuencia de acordes? Pero existen muchas más maneras de copiar: formas de escribir, dejes al cantar, formas de arreglar canciones, ritmos, etc. No digo ni mucho menos que te quedes ahí, no queremos hacer la guerra de los clones, pero sí es un muy buen punto de partida.
6. Estudia música, pero cuidado.
7. Graba tus ideas sobre la marcha.
8. Piensa qué quieres contar.
9. Confía en ti y en tu subconsciente.