Este claro de bosque no se su nombre, pero a mi me encanta. Para llegar tienes que cruzar mucha maleza y fastidiosos zancudos. Mas todo eso vale la pena si cuando llegas lo vez, un lugar de hadas es.
El suelo de verde limón está, adornado con flores de distintas formas y colores, todas parecen bailar y cuando llegas parece que te observan; un pequeño río que más adelante se une a otros, su agua es cristalina puedes ver el fondo, las piedras, el habitad animal y los peces ¡Oh los peces! ¡Que colores! Cada día encuentro uno nuevo, rápidos e inteligentes no se dejan pescar.
Cuando miras arriba, los árboles han crecido buscando la luz, compitiendo entre si, y aun así apoyandose. Arriba un frondoso mar verde, con agujeros que forman animales y angeles, guardianes del bosque. En el día hacen curiosas formas de colores y en la noche las estrellas luminosas, aquellas lejanas que brillan más fuerte se reflejan en el riachuelo, haciendo a los peces volar en tu imaginación.
Este claro de bosque no se su nombre, pero a mi me encanta. Para llegar tienes que cruzar mucha maleza y fastidiosos zancudos. Mas todo eso vale la pena si cuando llegas lo vez, un lugar de hadas es.
El suelo de verde limón está, adornado con flores de distintas formas y colores, todas parecen bailar y cuando llegas parece que te observan; un pequeño río que más adelante se une a otros, su agua es cristalina puedes ver el fondo, las piedras, el habitad animal y los peces ¡Oh los peces! ¡Que colores! Cada día encuentro uno nuevo, rápidos e inteligentes no se dejan pescar.
Cuando miras arriba, los árboles han crecido buscando la luz, compitiendo entre si, y aun así apoyandose. Arriba un frondoso mar verde, con agujeros que forman animales y angeles, guardianes del bosque. En el día hacen curiosas formas de colores y en la noche las estrellas luminosas, aquellas lejanas que brillan más fuerte se reflejan en el riachuelo, haciendo a los peces volar en tu imaginación.