Los osos polares están clasificados como mamíferos marinos porque pasan la mayor parte de su vida en el hielo marino del océano Ártico.
Cuentan con una gruesa capa de grasa corporal y un recubrimiento a prueba de agua que los aísla del aire y el agua fría. Son talentosos nadadores: pueden mantener un ritmo de seis millas por hora (9.6 kph) remando con sus patas delanteras mientras sostienen sus patas traseras planas como un timón.
Los osos polares pasan más del 50% de su tiempo buscando comida. Un oso polar puede atrapar solo una o dos de las diez focas que caza, dependiendo de la época del año y de otros factores. Ya que necesitan grandes cantidades de grasa para sobrevivir, principalmente se alimenta de focas anilladas y barbudas.
Este mapa muestra las 19 unidades o subpoblaciones de osos polares en el Ártico.
Los científicos han dividido a la población total de osos polares en 19 unidades o subpoblaciones. De ellos, los últimos datos del Grupo de Especialistas en Osos Polares de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) muestran que tres subpoblaciones están en declive y se estima que existe un alto riesgo de disminución a futuro debido al cambio climático.
Debido a la continua y potencial pérdida de su hábitat, el hielo marino, como resultado del cambio climático, a partir de mayo de 2008, el oso polar fue considerado como especie amenazada en Estados Unidos, según la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
La supervivencia y la protección del hábitat de los osos polares son asuntos urgentes para WWF.
Entre los riesgos a los que se enfrenta el oso polar, está la degradación de su hábitat. Una degradación que se está produciendo en gran medida por el calentamiento global ya que este animal depende fuertemente del hielo marino para sobrevivir. La tendencia en el Ártico está clara: las temperaturas en esta zona del planeta suben más que en el resto (lo que se conoce como amplificación Ártica) y la extensión de hielo tiende a disminuir. Si miramos al futuro, no encontramos previsiones demasiado positivas ya que apuntan a que en las próximas décadas llegaremos a ver el Ártico completamente libre de hielo en algún momento.
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Los osos polares están clasificados como mamíferos marinos porque pasan la mayor parte de su vida en el hielo marino del océano Ártico.
Cuentan con una gruesa capa de grasa corporal y un recubrimiento a prueba de agua que los aísla del aire y el agua fría. Son talentosos nadadores: pueden mantener un ritmo de seis millas por hora (9.6 kph) remando con sus patas delanteras mientras sostienen sus patas traseras planas como un timón.
Los osos polares pasan más del 50% de su tiempo buscando comida. Un oso polar puede atrapar solo una o dos de las diez focas que caza, dependiendo de la época del año y de otros factores. Ya que necesitan grandes cantidades de grasa para sobrevivir, principalmente se alimenta de focas anilladas y barbudas.
Map of Polar Bear Populations© _
Este mapa muestra las 19 unidades o subpoblaciones de osos polares en el Ártico.
Los científicos han dividido a la población total de osos polares en 19 unidades o subpoblaciones. De ellos, los últimos datos del Grupo de Especialistas en Osos Polares de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) muestran que tres subpoblaciones están en declive y se estima que existe un alto riesgo de disminución a futuro debido al cambio climático.
Debido a la continua y potencial pérdida de su hábitat, el hielo marino, como resultado del cambio climático, a partir de mayo de 2008, el oso polar fue considerado como especie amenazada en Estados Unidos, según la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
La supervivencia y la protección del hábitat de los osos polares son asuntos urgentes para WWF.
Entre los riesgos a los que se enfrenta el oso polar, está la degradación de su hábitat. Una degradación que se está produciendo en gran medida por el calentamiento global ya que este animal depende fuertemente del hielo marino para sobrevivir. La tendencia en el Ártico está clara: las temperaturas en esta zona del planeta suben más que en el resto (lo que se conoce como amplificación Ártica) y la extensión de hielo tiende a disminuir. Si miramos al futuro, no encontramos previsiones demasiado positivas ya que apuntan a que en las próximas décadas llegaremos a ver el Ártico completamente libre de hielo en algún momento.
SUERTE EN TU EXPOSICIÓN.⭐⭐⭐⭐⭐