Reducir la desigualdad no es solo crucial para la mejora de aspectos de la vida social y el bienestar, sino también la clave para reducir el consumismo. La gente, en sociedades con una mayor desigualdad, trabaja más horas, se endeuda en mayor medida y tiende con mayor facilidad a caer en la bancarrota, debido a las presiones societarias del consumismo
Reducir la desigualdad no es solo crucial para la mejora de aspectos de la vida social y el bienestar, sino también la clave para reducir el consumismo. La gente, en sociedades con una mayor desigualdad, trabaja más horas, se endeuda en mayor medida y tiende con mayor facilidad a caer en la bancarrota, debido a las presiones societarias del consumismo