rosii1837 El colonialismo y imperialismo fueron una consecuencia del gran capitalismo. El desarrollo de la producción en masa requirió de crecientes mercados y de fuentes de materias primas. Para obtenerlos, cada potencia industrial trató de asegurar la posesión de territorio en calidad de colonias, especialmente en el Africa y en Asia. Esto es lo que se llama Colonialismo. Se denomina imperialismo a la actividad expansiva de las potencias que habían desarrollado una economía capitalista. Tal expansión buscaba dominar políticamente nuevos territorios r instalar en ellos capitales de explotación. Colonialismo e Imperialismo son dos facetas del mismo fenómeno.
LAS CAUSAS DEL IMPERALISMO Y DEL COLONIALISMO. Las causas del imperialismo y del capitalismo son variadas, pero la principal de ellas es la mencionada más arriba, es decir, la necesidad de los países donde se había desarrollado el capitalismo industrial de disponer de mercados seguros para la enorme cantidad de bienes que producían y, a la vez, obtener el control de las fuentes de las materias primas requeridas por la industria, al precio más bajo posible. En tal sentido, el imperialismo y el colonialismo se explican, en último término, por razones económicas. Sin embargo, también influían en él razones o causas de tipo político. En efecto, cada potencia industrial requería ser fuerte militar y políticamente con el fin de poder mantener el control sobre sus posesiones coloniales, siempre codiciadas por las otras potencias. La expansión colonial servía para fortalecer desde el punto de vista geopolítico a la potencia que le practicaba. En base a esta lógica, durante la segunda mitad del siglo XIX no se podía ser potencia de primer orden sin practicar el colonialismo y el imperialismo. Otro de los factores que contribuyó a la expansión colonial e imperialismo, aunque de manera muy secundaria, fue el crecimiento demográfico que experimentó Europa a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Fue así como entre 1870 y 1914 la población del viejo continente paso desde los 300 a los 450 millones. Las clases sociales más modestas, que experimentaban los problemas señalados más atrás, empezaron a emigrar buscando mejor fortuna en otros continentes. Esta población, en algunos casos, servirá de punto de apoyo a la expansión colonial.
El colonialismo y imperialismo fueron una consecuencia del gran capitalismo. El desarrollo de la producción en masa requirió de crecientes mercados y de fuentes de materias primas. Para obtenerlos, cada potencia industrial trató de asegurar la posesión de territorio en calidad de colonias, especialmente en el Africa y en Asia. Esto es lo que se llama Colonialismo.
Se denomina imperialismo a la actividad expansiva de las potencias que habían desarrollado una economía capitalista. Tal expansión buscaba dominar políticamente nuevos territorios r instalar en ellos capitales de explotación. Colonialismo e Imperialismo son dos facetas del mismo fenómeno.
LAS CAUSAS DEL IMPERALISMO Y DEL COLONIALISMO.
Las causas del imperialismo y del capitalismo son variadas, pero la principal de ellas es la mencionada más arriba, es decir, la necesidad de los países donde se había desarrollado el capitalismo industrial de disponer de mercados seguros para la enorme cantidad de bienes que producían y, a la vez, obtener el control de las fuentes de las materias primas requeridas por la industria, al precio más bajo posible. En tal sentido, el imperialismo y el colonialismo se explican, en último término, por razones económicas.
Sin embargo, también influían en él razones o causas de tipo político. En efecto, cada potencia industrial requería ser fuerte militar y políticamente con el fin de poder mantener el control sobre sus posesiones coloniales, siempre codiciadas por las otras potencias. La expansión colonial servía para fortalecer desde el punto de vista geopolítico a la potencia que le practicaba. En base a esta lógica, durante la segunda mitad del siglo XIX no se podía ser potencia de primer orden sin practicar el colonialismo y el imperialismo.
Otro de los factores que contribuyó a la expansión colonial e imperialismo, aunque de manera muy secundaria, fue el crecimiento demográfico que experimentó Europa a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Fue así como entre 1870 y 1914 la población del viejo continente paso desde los 300 a los 450 millones. Las clases sociales más modestas, que experimentaban los problemas señalados más atrás, empezaron a emigrar buscando mejor fortuna en otros continentes. Esta población, en algunos casos, servirá de punto de apoyo a la expansión colonial.