Desde tuits accidentales, hasta clics no reconocidos en vínculos fraudulentos, el error humano es una de las amenazas de seguridad en redes sociales más comunes para las marcas en la actualidad.
En 2014, un empleado de US Airways publicó por accidente una imagen no apta para menores en la lista de noticias del Twitter de la empresa. Considerado ‘el peor tuit de todos los tiempos’, el error ocasionó días de cobertura mediática difícil. Si bien al final la empresa salió ilesa, esta situación demostró la rapidez con que las cosas pueden salir mal debido al error humano en las redes sociales.
2. No poner atención a las redes sociales
Relacionado al error humano, no poner atención a tus cuentas de redes sociales puede tener graves consecuencias. Por ejemplo, dejar de monitorear tu cuenta la pone en riesgo de ser infectada por un virus malicioso que podría esparcirse hasta tus seguidores.
Peor aún, si dicho virus envía mensajes no deseados desde tu cuenta, podrías correr el riesgo de perder seguidores que ya no te verán como alguien confiable.
3. Aplicaciones y ataques maliciosos
El internet está plagado de softwares maliciosos: desde programas malignos y programas de publicidad, hasta llegar a la variedad de malvados ransomware (de los cuales hubo más de 4000 ataques todos los días en 2016).
Uno de los ataques más sofisticados que se recuerda en redes sociales en la memoria reciente, fue el de la aplicación Locky. En un principio se propagó mediante archivos adjuntos de correo electrónico, Locky se dirigía directamente a redes sociales a través de la circulación de jpegs corruptos (esos sigilosos hackers de Locky descubrieron una manera de incrustar códigos maliciosos en un archivo de imagen).
Cuando un usuario que no sabía nada al respecto hacía clic en la imagen y la abría, Locky ponía una restricción inmediatamente en todos los archivos de su computadora. Posteriormente aparecía una pequeña nota que exigía al usuario un pago (a través de la anónima red Tor) a cambio de la clave para desbloquear los archivos del usuario.
4. Fraude de suplantación de identidad
Al igual que las aplicaciones maliciosas, los fraudes de suplantación de identidad utilizan las redes sociales para engañar a la gente para que brinden información personal (como información bancaria y contraseñas). Los intentos de suplantación de identidad en redes sociales se dispararon en un sorprendente 500 por ciento en 2016, atribuidos en gran parte a cuentas de atención al cliente fraudulentas que se dirigían a clientes en Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn.
Un ejemplo claro fue el ataque de suplantación de identidad “falso amigo” en Facebook que se pasó de una persona a otra en 2016. Según el vigilante global de ciberseguridad, Kaspersky Lab, miles de usuarios recibieron un mensaje de Facebook que decía que un amigo los había mencionado en un comentario. Cuando los usuarios hacían clic en el mensaje, la estafa descargaba automáticamente una extensión maliciosa del navegador Chrome en su computadora.
Una vez instalado, el archivo malicioso se apoderaba de la cuenta del usuario de Facebook, donde posteriormente se extraían los datos personales del usuario y se esparcía más el virus a través de los amigos del usuario.
5. Configuración de privacidad
La privacidad y la protección en las redes sociales es sumamente importante. Si embargo, muchas empresas siguen poniendo su reputación en riesgo al no implementar una estricta configuración de privacidad. Como resultado, los hackers pueden apoderarse fácilmente de los canales sociales de la marca y causar problemas a su voluntad: enviar publicaciones fraudulentas a seguidores o hacer modificaciones a la apariencia de un canal.
Muchas de las principales marcas han sido víctimas de los hackers en redes sociales, incluida Burger King, cuya cuenta de Twitter fue secuestrada e hicieron parecer que promocionaba a McDonald’s
Respuesta:
1. Error humano
Desde tuits accidentales, hasta clics no reconocidos en vínculos fraudulentos, el error humano es una de las amenazas de seguridad en redes sociales más comunes para las marcas en la actualidad.
En 2014, un empleado de US Airways publicó por accidente una imagen no apta para menores en la lista de noticias del Twitter de la empresa. Considerado ‘el peor tuit de todos los tiempos’, el error ocasionó días de cobertura mediática difícil. Si bien al final la empresa salió ilesa, esta situación demostró la rapidez con que las cosas pueden salir mal debido al error humano en las redes sociales.
2. No poner atención a las redes sociales
Relacionado al error humano, no poner atención a tus cuentas de redes sociales puede tener graves consecuencias. Por ejemplo, dejar de monitorear tu cuenta la pone en riesgo de ser infectada por un virus malicioso que podría esparcirse hasta tus seguidores.
Peor aún, si dicho virus envía mensajes no deseados desde tu cuenta, podrías correr el riesgo de perder seguidores que ya no te verán como alguien confiable.
3. Aplicaciones y ataques maliciosos
El internet está plagado de softwares maliciosos: desde programas malignos y programas de publicidad, hasta llegar a la variedad de malvados ransomware (de los cuales hubo más de 4000 ataques todos los días en 2016).
Uno de los ataques más sofisticados que se recuerda en redes sociales en la memoria reciente, fue el de la aplicación Locky. En un principio se propagó mediante archivos adjuntos de correo electrónico, Locky se dirigía directamente a redes sociales a través de la circulación de jpegs corruptos (esos sigilosos hackers de Locky descubrieron una manera de incrustar códigos maliciosos en un archivo de imagen).
Cuando un usuario que no sabía nada al respecto hacía clic en la imagen y la abría, Locky ponía una restricción inmediatamente en todos los archivos de su computadora. Posteriormente aparecía una pequeña nota que exigía al usuario un pago (a través de la anónima red Tor) a cambio de la clave para desbloquear los archivos del usuario.
4. Fraude de suplantación de identidad
Al igual que las aplicaciones maliciosas, los fraudes de suplantación de identidad utilizan las redes sociales para engañar a la gente para que brinden información personal (como información bancaria y contraseñas). Los intentos de suplantación de identidad en redes sociales se dispararon en un sorprendente 500 por ciento en 2016, atribuidos en gran parte a cuentas de atención al cliente fraudulentas que se dirigían a clientes en Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn.
Un ejemplo claro fue el ataque de suplantación de identidad “falso amigo” en Facebook que se pasó de una persona a otra en 2016. Según el vigilante global de ciberseguridad, Kaspersky Lab, miles de usuarios recibieron un mensaje de Facebook que decía que un amigo los había mencionado en un comentario. Cuando los usuarios hacían clic en el mensaje, la estafa descargaba automáticamente una extensión maliciosa del navegador Chrome en su computadora.
Una vez instalado, el archivo malicioso se apoderaba de la cuenta del usuario de Facebook, donde posteriormente se extraían los datos personales del usuario y se esparcía más el virus a través de los amigos del usuario.
5. Configuración de privacidad
La privacidad y la protección en las redes sociales es sumamente importante. Si embargo, muchas empresas siguen poniendo su reputación en riesgo al no implementar una estricta configuración de privacidad. Como resultado, los hackers pueden apoderarse fácilmente de los canales sociales de la marca y causar problemas a su voluntad: enviar publicaciones fraudulentas a seguidores o hacer modificaciones a la apariencia de un canal.
Muchas de las principales marcas han sido víctimas de los hackers en redes sociales, incluida Burger King, cuya cuenta de Twitter fue secuestrada e hicieron parecer que promocionaba a McDonald’s