El aire. La masa de gases que conocemos como aire, atraída a la superficie terrestre por la gravedad, está compuesta por diversos gases: nitrógeno, argón, oxígeno y dióxido de carbono, entre otros, pero no podemos distinguirlos a simple vista.
Café con azúcar. Al disolver una cucharada de azúcar en el café, dejamos de apreciar el color blanco de este ingrediente, a pesar de que podamos sentir su sabor al tomar un sorbo. Sin embargo, no ha dejado de ser lo que es: una mezcla de azúcar y café.
Agua con sal. El agua del mar está repleta de sales y otros componentes disueltos en su inmensidad y, aunque podamos sentir lo salado en los labios o la piel luego de darnos un baño y podamos incluso recuperar la sal si dejamos secar un poco de agua marina, no podemos distinguir a simple vista la sal del agua.
Leche chocolatada. Esta bebida tan típica de la infancia consiste en la mezcla homogénea de un vaso de leche y un puñado de chocolate en polvo. El resultado es leche color chocolate, cuyos componentes son inseparables a simple vista.
El acero. La formación del acero implica una aleación de hierro, su metal base, con otros componentes metálicos o no metálicos como carbono, níquel o cobre, dependiendo del tipo de acero que se busque. El resultado es un metal conjunto en el que no se pueden distinguir los componentes y que combina sus propiedades físicas. Ocurre lo mismo con otras aleaciones metálicas como el bronce o el oro blanco.
Agua y alcohol. La preparación de muchos tragos o cócteles pasa por mezclar agua y algún alcohol destilado, lo que permite obtener una mezcla líquida homogénea (no puede apreciarse cuánto hay de cada componente a simple vista). Si se lo prueba, no obstante, se podrá sentir el sabor de ambos, y dependiendo de la concentración de alcohol, tendremos un trago más o menos fuerte.
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El aire. La masa de gases que conocemos como aire, atraída a la superficie terrestre por la gravedad, está compuesta por diversos gases: nitrógeno, argón, oxígeno y dióxido de carbono, entre otros, pero no podemos distinguirlos a simple vista.
Café con azúcar. Al disolver una cucharada de azúcar en el café, dejamos de apreciar el color blanco de este ingrediente, a pesar de que podamos sentir su sabor al tomar un sorbo. Sin embargo, no ha dejado de ser lo que es: una mezcla de azúcar y café.
Agua con sal. El agua del mar está repleta de sales y otros componentes disueltos en su inmensidad y, aunque podamos sentir lo salado en los labios o la piel luego de darnos un baño y podamos incluso recuperar la sal si dejamos secar un poco de agua marina, no podemos distinguir a simple vista la sal del agua.
Leche chocolatada. Esta bebida tan típica de la infancia consiste en la mezcla homogénea de un vaso de leche y un puñado de chocolate en polvo. El resultado es leche color chocolate, cuyos componentes son inseparables a simple vista.
El acero. La formación del acero implica una aleación de hierro, su metal base, con otros componentes metálicos o no metálicos como carbono, níquel o cobre, dependiendo del tipo de acero que se busque. El resultado es un metal conjunto en el que no se pueden distinguir los componentes y que combina sus propiedades físicas. Ocurre lo mismo con otras aleaciones metálicas como el bronce o el oro blanco.
Agua y alcohol. La preparación de muchos tragos o cócteles pasa por mezclar agua y algún alcohol destilado, lo que permite obtener una mezcla líquida homogénea (no puede apreciarse cuánto hay de cada componente a simple vista). Si se lo prueba, no obstante, se podrá sentir el sabor de ambos, y dependiendo de la concentración de alcohol, tendremos un trago más o menos fuerte.
Respuesta:
arena y agua...... sal y azúcar..... agua y bicarbonato de sodio..... tierra y agua ......... te digo más?