Me apunté a otra de las lecturas conjuntas de Babel, esta vez era sobre detectives con la condición de que sea sobre una investigación criminal. Y elegí este libro porque justo me lo prestó un amigo y me vino al pelo, además hacia tiempo que quería leerlo.
Veamos, en este libro seguimos de cerca a Ricky Starks, un psicoanalista que al comenzar el libro cumple 53 años. Como regalo de cumpleaños y antes que termine la última sesión del día recibe una carta. En la misma, alguien de su pasado, le desea feliz cumpleaños y le da la bienvenida al primer día de su muerte. El presunto asesino le cuenta que lo ha estado observando y que llegó a la conclusión que matarlo sería muy fácil así que en su lugar prefiere que él mismo se suicide. Le da un margen de 15 días para que descubra su identidad, si falla y no se suicida, en su lugar va a matar a algún miembro de su familia. La carta está firmada con un RUMPLESTILTSKIN.
Los 15 días de plazo se pasan en un suspiro y Ricky no logra descubrir casi nada concreto. Además en esas dos semanas se presenta una joven muy linda que se hace llamar Virgil y le asegura que ella será su guía hacia el infierno. Virgil no es la única sorpresa que Ricky tiene en esos días. El señor R, como Virgil llama a su jefe, y sus secuaces llevan a cabo una serie de acciones para arruinar la vida de Ricky, desde meterse con sus finanzas hasta desprestigiarlo en su trabajo y, obviamente, terminar volviéndolo paranoico. Cualquier cosa que Ricky haga para tratar de descubrir la identidad de Rumplestiltskin, este ya se le adelantó.
El libro se divide en tres partes, cada una tiene una función diferente y cada una agrega algo nuevo.
Un repaso rápido por los personajes. Ricky es un tipo aburrido y rutinario. Desde la muerte de su esposa, un par de años atrás, se sumió en su trabajo y se alejó del mundo. Ricky evoluciona y cambia bastante en la novela, empieza siendo un tipo predecible para terminar convirtiéndose en alguien más inteligente y un poco vengativo. Virgil me encantó, es atrevida y suspicaz, me atrevería a decir que es bastante pasional. Merlin (otro de los secuaces) es un gordinflón sinvergüenza y directo, no tiene pelos en la lengua. Y Rumplestiltskin es escurridizo y no sabemos nada de él hasta el final.
Por momentos me molestaba que Ricky fuera tan poco perceptivo, se supone que siendo psicoanalista la percepción es su fuerte, sin embargo hay muchas cosas que resultan obvias por momentos y a él se le pasan completamente por alto. Me molestó eso del protagonista. Pero hacia el final me sorprendió y no puedo quejarme más.
En cuanto al malo, o los malos... apenas empecé el libro me animé a marcar a mi primer sospechoso y lo cierto es que acerté, pero eso no lo sabemos hasta el final, obviamente. También adiviné a la primera pista qué era lo que vinculaba a los secuaces con Rumplestiltskin y únicamente se me escapó uno, que tampoco me sorprendió porque el dueño del libro me lo spoileó sin querer antes que lo leyera.
En fin, El Psicoanalista es una historia vertiginosa con un protagonista que evoluciona mucho a lo largo del libro y un misterio muy bien tejido que se extiende a 20 años atrás. Lo disfruté mucho, me gustó el estilo de Katzenbach y el final me sacó una sonrisa de satisfacción.
Respuesta:
Me apunté a otra de las lecturas conjuntas de Babel, esta vez era sobre detectives con la condición de que sea sobre una investigación criminal. Y elegí este libro porque justo me lo prestó un amigo y me vino al pelo, además hacia tiempo que quería leerlo.
Veamos, en este libro seguimos de cerca a Ricky Starks, un psicoanalista que al comenzar el libro cumple 53 años. Como regalo de cumpleaños y antes que termine la última sesión del día recibe una carta. En la misma, alguien de su pasado, le desea feliz cumpleaños y le da la bienvenida al primer día de su muerte. El presunto asesino le cuenta que lo ha estado observando y que llegó a la conclusión que matarlo sería muy fácil así que en su lugar prefiere que él mismo se suicide. Le da un margen de 15 días para que descubra su identidad, si falla y no se suicida, en su lugar va a matar a algún miembro de su familia. La carta está firmada con un RUMPLESTILTSKIN.
Los 15 días de plazo se pasan en un suspiro y Ricky no logra descubrir casi nada concreto. Además en esas dos semanas se presenta una joven muy linda que se hace llamar Virgil y le asegura que ella será su guía hacia el infierno. Virgil no es la única sorpresa que Ricky tiene en esos días. El señor R, como Virgil llama a su jefe, y sus secuaces llevan a cabo una serie de acciones para arruinar la vida de Ricky, desde meterse con sus finanzas hasta desprestigiarlo en su trabajo y, obviamente, terminar volviéndolo paranoico. Cualquier cosa que Ricky haga para tratar de descubrir la identidad de Rumplestiltskin, este ya se le adelantó.
El libro se divide en tres partes, cada una tiene una función diferente y cada una agrega algo nuevo.
Un repaso rápido por los personajes. Ricky es un tipo aburrido y rutinario. Desde la muerte de su esposa, un par de años atrás, se sumió en su trabajo y se alejó del mundo. Ricky evoluciona y cambia bastante en la novela, empieza siendo un tipo predecible para terminar convirtiéndose en alguien más inteligente y un poco vengativo. Virgil me encantó, es atrevida y suspicaz, me atrevería a decir que es bastante pasional. Merlin (otro de los secuaces) es un gordinflón sinvergüenza y directo, no tiene pelos en la lengua. Y Rumplestiltskin es escurridizo y no sabemos nada de él hasta el final.
Por momentos me molestaba que Ricky fuera tan poco perceptivo, se supone que siendo psicoanalista la percepción es su fuerte, sin embargo hay muchas cosas que resultan obvias por momentos y a él se le pasan completamente por alto. Me molestó eso del protagonista. Pero hacia el final me sorprendió y no puedo quejarme más.
En cuanto al malo, o los malos... apenas empecé el libro me animé a marcar a mi primer sospechoso y lo cierto es que acerté, pero eso no lo sabemos hasta el final, obviamente. También adiviné a la primera pista qué era lo que vinculaba a los secuaces con Rumplestiltskin y únicamente se me escapó uno, que tampoco me sorprendió porque el dueño del libro me lo spoileó sin querer antes que lo leyera.
En fin, El Psicoanalista es una historia vertiginosa con un protagonista que evoluciona mucho a lo largo del libro y un misterio muy bien tejido que se extiende a 20 años atrás. Lo disfruté mucho, me gustó el estilo de Katzenbach y el final me sacó una sonrisa de satisfacción.
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