El Alcalde de Quito hizo el lunes (2 de febrero) un anuncio que era esperado por la comunidad. Mauricio Rodas informó que la construcción del Metro capitalino se encarriló de nuevo y sigue adelante. Es decir, el Cabildo encontró una fórmula para continuar con un proyecto que es considerado clave para solucionar los serios problemas de movilidad que afronta la ciudad. En síntesis, el Municipio asumirá la brecha financiera -en principio de unos USD 490 millones- existente entre el costo referencial de toda la obra (USD 1 500 millones) y la inversión real que demandará la construcción del túnel y de las paradas. ¿Cómo planea hacerlo? Con la captación de créditos por parte de organismos internacionales que ya han dado su aval al proceso de licitación. Queda claro, entonces, que para echar a andar la segunda fase del proyecto se requerirá de la garantía del Estado, para concretar los empréstitos que permitan cubrir el hueco financiero. Una brecha que puede acortarse si la constructora Odrebecht-Acciona -que presentó la oferta más baja y a la que se podría adjudicar los contratos- acepta una negociación encaminada a reducir los costos. El Gobierno ya ha comprometido USD 750 millones para el tren subterráneo. También ha descartado la asignación de más recursos. Menos aún en estos tiempos de ajustes por el desplome de los precios del petróleo. El anuncio del Alcalde es un paso importante, que necesita el aval de otras voluntades políticas y empresariales.
El Alcalde de Quito hizo el lunes (2 de febrero) un anuncio que era esperado por la comunidad. Mauricio Rodas informó que la construcción del Metro capitalino se encarriló de nuevo y sigue adelante. Es decir, el Cabildo encontró una fórmula para continuar con un proyecto que es considerado clave para solucionar los serios problemas de movilidad que afronta la ciudad. En síntesis, el Municipio asumirá la brecha financiera -en principio de unos USD 490 millones- existente entre el costo referencial de toda la obra (USD 1 500 millones) y la inversión real que demandará la construcción del túnel y de las paradas. ¿Cómo planea hacerlo? Con la captación de créditos por parte de organismos internacionales que ya han dado su aval al proceso de licitación. Queda claro, entonces, que para echar a andar la segunda fase del proyecto se requerirá de la garantía del Estado, para concretar los empréstitos que permitan cubrir el hueco financiero. Una brecha que puede acortarse si la constructora Odrebecht-Acciona -que presentó la oferta más baja y a la que se podría adjudicar los contratos- acepta una negociación encaminada a reducir los costos. El Gobierno ya ha comprometido USD 750 millones para el tren subterráneo. También ha descartado la asignación de más recursos. Menos aún en estos tiempos de ajustes por el desplome de los precios del petróleo. El anuncio del Alcalde es un paso importante, que necesita el aval de otras voluntades políticas y empresariales.