Sin fe, sin confianza no haríamos nada. No tendríamos amigos, no nos casaríamos, no haríamos transacciones comerciales, no iríamos a un doctor, no subiríamos a un avión; porque confiamos en otros es que podemos sostener las relaciones humanas (aun si lo hacemos con ciertas reservas).
Sin fe, sin confianza no haríamos nada. No tendríamos amigos, no nos casaríamos, no haríamos transacciones comerciales, no iríamos a un doctor, no subiríamos a un avión; porque confiamos en otros es que podemos sostener las relaciones humanas (aun si lo hacemos con ciertas reservas).