Eran aquellos tiempos del fusil de chispa, no tan distantes que digamos. Tiempos de oro y de alegrías en que nuestros antepasados, libres del aorisionamiento fastuoso de la moderna civilización, vivían a su modo, pobre y humiidemente, pero siempre contentos y alegres.
Eran aquellos tiempos del fusil de chispa, no tan distantes que digamos. Tiempos de oro y de alegrías en que nuestros antepasados, libres del aorisionamiento fastuoso de la moderna civilización, vivían a su modo, pobre y humiidemente, pero siempre contentos y alegres.