El Periodo Clásico de la Historia de los mayas va del año 300 al 1000 de nuestra era, aproximadamente. Es el periodo de máximo esplendor de la civilización maya, manifestado en las decenas de grandes pirámides que se construyeron, algunas de las cuales aún podemos contemplar, como la de Palenque, en la fotografía.
Es el momento de apogeo de las grandes ciudades Estado. Destacan, entre otras muchas, las de Waka, Uaxactún, Tikal y Cancuén, en Guatemala; Copán, en Honduras; Caracol y Xunantunich, en Belice; Calakmul y Chicaná, en Campeche; Mayapán, en Yucatán; Toniná y Palenque, en Chiapas…
Pero, sin duda, una de las ciudades más importantes de la época era Cobá, la perla arqueológica de la Riviera Maya, y su puerto comercial Xel-Há, enclaves de los que ya hemos hablado en nuestro blog. Situada en una encrucijada de caminos, esta ciudad supo desarrollar los medios de transporte mediante la construcción y mantenimiento de las calzadas y el desarrollo de la navegación a través de su puerto. Llegó a controlar prácticamente toda la Península de Yucatán y a ejercer un fuerte control sobre la producción de Belice y El Petén que debía pasar por el puerto de Xel-Há, sin duda el más importante en la historia de la navegación maya.
Esta época es también conocida como Periodo Teocrático, ya que los grupos de sacerdotes ejercían un gran control social sobre el conjunto de los habitantes del Imperio Maya, a pesar de lo cual, nunca llegaron a convertirse en dirigentes políticos. La labor del poder político estaba reservada a los nobles, especialmente los guerreros.
Tal vez este control del poder por parte de los sectores más beligerantes de la nobleza sea la causa principal de las constantes guerras entre las distintas ciudades Estado de los mayas. En los restos de las ciudades mayas de Chiapas, como Palenque, se han encontrado los primeros vestigios de estas guerras.
Pero, a pesar de todo ese magistral despliegue de poder de las distintas ciudades Estado en este periodo, existía una influencia aún mayor que venía del centro del actual México, de Teotihuacán, especialmente entre los siglos V y VII, influencia que comienza con la llegada al mundo maya de un extraño embajador militar llamado Nace el Fuego, posiblemente uno de los personajes más importantes e influyentes de la Historia maya.
Un elemento importante del Periodo Clásico es la ciencia, produciéndose grandes descubrimientos y avances: sistema numérico vigesimal con el conocimiento del valor cero, conocimiento del año lunar y las fases de la luna, establecimiento del año solar, desarrollo del sistema de escritura y la representación numérica, aparición del libro manuscrito en forma de acordeón…
La agricultura siguió siendo la principal actividad económica. Se crearon grandes áreas de cultivo sustraídos a la selva y se aplicó un grado de especialización muy alto que dio lugar una fuerte estratificación social. Las cada vez mayores necesidades de abastecimiento de las ciudades dio como resultado una fuerte migración hacia las mismas y una sobreexplotación del terreno, causa del colapso ecológico que, según algunos investigadores, terminó por ahogar la civilización maya.
La desaparición del Imperio Maya nunca ha dejado de estar rodeada de enigmas. Comenzó a finales de este periodo y las hipótesis que se aventuran son varias. Una de ellas está ligada a la destrucción, entre el 700 y el 750, de Teotihuacán, sin que se sepa aún por quien, y el efecto dominó que debió producir en las ciudades Estado de los mayas a lo largo de los siguientes 100 años.
Otra habla del aumento desorbitado de la población, coincidiendo con altas cotas de bienestar de las ciudades, lo que originó la destrucción de la selva debido al tipo de agricultura empleado para abastecer a esa población.
También se habla de dos hipótesis relacionadas con el hartazgo de la población de clase social más baja hacia el tiránico poder de nobles y sacerdotes, que ocasionaría algún tipo de revuelta popular o incluso movimientos migratorios masivos hacia zonas con menos control social.
El Periodo Clásico de la Historia de los mayas va del año 300 al 1000 de nuestra era, aproximadamente. Es el periodo de máximo esplendor de la civilización maya, manifestado en las decenas de grandes pirámides que se construyeron, algunas de las cuales aún podemos contemplar, como la de Palenque, en la fotografía.
Es el momento de apogeo de las grandes ciudades Estado. Destacan, entre otras muchas, las de Waka, Uaxactún, Tikal y Cancuén, en Guatemala; Copán, en Honduras; Caracol y Xunantunich, en Belice; Calakmul y Chicaná, en Campeche; Mayapán, en Yucatán; Toniná y Palenque, en Chiapas…
Pero, sin duda, una de las ciudades más importantes de la época era Cobá, la perla arqueológica de la Riviera Maya, y su puerto comercial Xel-Há, enclaves de los que ya hemos hablado en nuestro blog. Situada en una encrucijada de caminos, esta ciudad supo desarrollar los medios de transporte mediante la construcción y mantenimiento de las calzadas y el desarrollo de la navegación a través de su puerto. Llegó a controlar prácticamente toda la Península de Yucatán y a ejercer un fuerte control sobre la producción de Belice y El Petén que debía pasar por el puerto de Xel-Há, sin duda el más importante en la historia de la navegación maya.
Esta época es también conocida como Periodo Teocrático, ya que los grupos de sacerdotes ejercían un gran control social sobre el conjunto de los habitantes del Imperio Maya, a pesar de lo cual, nunca llegaron a convertirse en dirigentes políticos. La labor del poder político estaba reservada a los nobles, especialmente los guerreros.
Tal vez este control del poder por parte de los sectores más beligerantes de la nobleza sea la causa principal de las constantes guerras entre las distintas ciudades Estado de los mayas. En los restos de las ciudades mayas de Chiapas, como Palenque, se han encontrado los primeros vestigios de estas guerras.
Pero, a pesar de todo ese magistral despliegue de poder de las distintas ciudades Estado en este periodo, existía una influencia aún mayor que venía del centro del actual México, de Teotihuacán, especialmente entre los siglos V y VII, influencia que comienza con la llegada al mundo maya de un extraño embajador militar llamado Nace el Fuego, posiblemente uno de los personajes más importantes e influyentes de la Historia maya.
Un elemento importante del Periodo Clásico es la ciencia, produciéndose grandes descubrimientos y avances: sistema numérico vigesimal con el conocimiento del valor cero, conocimiento del año lunar y las fases de la luna, establecimiento del año solar, desarrollo del sistema de escritura y la representación numérica, aparición del libro manuscrito en forma de acordeón…
La agricultura siguió siendo la principal actividad económica. Se crearon grandes áreas de cultivo sustraídos a la selva y se aplicó un grado de especialización muy alto que dio lugar una fuerte estratificación social. Las cada vez mayores necesidades de abastecimiento de las ciudades dio como resultado una fuerte migración hacia las mismas y una sobreexplotación del terreno, causa del colapso ecológico que, según algunos investigadores, terminó por ahogar la civilización maya.
La desaparición del Imperio Maya nunca ha dejado de estar rodeada de enigmas. Comenzó a finales de este periodo y las hipótesis que se aventuran son varias. Una de ellas está ligada a la destrucción, entre el 700 y el 750, de Teotihuacán, sin que se sepa aún por quien, y el efecto dominó que debió producir en las ciudades Estado de los mayas a lo largo de los siguientes 100 años.
Otra habla del aumento desorbitado de la población, coincidiendo con altas cotas de bienestar de las ciudades, lo que originó la destrucción de la selva debido al tipo de agricultura empleado para abastecer a esa población.
También se habla de dos hipótesis relacionadas con el hartazgo de la población de clase social más baja hacia el tiránico poder de nobles y sacerdotes, que ocasionaría algún tipo de revuelta popular o incluso movimientos migratorios masivos hacia zonas con menos control social.