Alejandro II de Rusia fue zar del Imperio ruso desde el 3 de marzo de 1855 hasta su asesinato en 1881. También fue gran duque de Finlandia y rey de Polonia hasta 1867.
Era hijo de Nicolás I de Rusia y de Carlota de Prusia (Alejandra Fiódorovna), hija de Federico Guillermo III de Prusia y de Luisa de Mecklemburgo-Strelitz. Durante su juventud dio pocas muestras de su valía final, hasta el momento de su advenimiento en 1855, pocos imaginaron que sería conocido como un líder capaz de poner en práctica las más difíciles reformas emprendidas en Rusia desde el reinado de Pedro el Grande.
Durante los treinta y seis años en los que fue heredero, el ambiente de San Petersburgo era desfavorable para el desarrollo de cualquier innovación política o intelectual. Todos los principios de libertad de pensamiento y de iniciativa privada eran, en la medida de lo posible, reprimidos enérgicamente. La censura personal y oficial era moneda corriente; las críticas a las autoridades eran consideradas como un delito grave. Esto también fue considerado como una de las razones que llevaron a su asesinato.
Bajo la visión del poeta liberal Vasili Zhukovski, Alejandro II recibió la educación que se les daba a los jóvenes rusos de buena familia en ese momento: un gran número de temas en nociones, y la introducción a los principales idiomas europeos de la época. Tuvo poco interés personal en los asuntos militares, para decepción de su padre, que era un apasionado del ejército. Alejandro II dio pruebas de una disposición débil, considerada fuera de lugar en alguien destinado a convertirse en un autócrata militar.
Alejandro II de Rusia fue zar del Imperio ruso desde el 3 de marzo de 1855 hasta su asesinato en 1881. También fue gran duque de Finlandia y rey de Polonia hasta 1867.
Era hijo de Nicolás I de Rusia y de Carlota de Prusia (Alejandra Fiódorovna), hija de Federico Guillermo III de Prusia y de Luisa de Mecklemburgo-Strelitz. Durante su juventud dio pocas muestras de su valía final, hasta el momento de su advenimiento en 1855, pocos imaginaron que sería conocido como un líder capaz de poner en práctica las más difíciles reformas emprendidas en Rusia desde el reinado de Pedro el Grande.
Durante los treinta y seis años en los que fue heredero, el ambiente de San Petersburgo era desfavorable para el desarrollo de cualquier innovación política o intelectual. Todos los principios de libertad de pensamiento y de iniciativa privada eran, en la medida de lo posible, reprimidos enérgicamente. La censura personal y oficial era moneda corriente; las críticas a las autoridades eran consideradas como un delito grave. Esto también fue considerado como una de las razones que llevaron a su asesinato.
Bajo la visión del poeta liberal Vasili Zhukovski, Alejandro II recibió la educación que se les daba a los jóvenes rusos de buena familia en ese momento: un gran número de temas en nociones, y la introducción a los principales idiomas europeos de la época. Tuvo poco interés personal en los asuntos militares, para decepción de su padre, que era un apasionado del ejército. Alejandro II dio pruebas de una disposición débil, considerada fuera de lugar en alguien destinado a convertirse en un autócrata militar.