Podemos considerar que vivimos en un "océano de aire" de manera parecida a como los peces lo hacen en uno de agua. Como el mar de agua, el de aire también posee fenómenos particulares, los cuales afectan a nuestra vida y medio ambiente de maneras muy diversas.
Los distintos fenómenos meteorológicos que componen el tiempo tienen como escenario la atmósfera "masa gaseosa que constituye la capa externa y envolvente de la Tierra", que con un espesor aproximado de 2.000 kilómetros hace posible la vida en nuestro planeta.
Nuestra atmósfera es densa, factor importante para el establecimiento y desarrollo de la vida sobre el planeta. Esta envoltura, no solamente sirve como un techo protector contra las radiaciones procedentes del Sol y los posibles impactos de otros cuerpos celestes, sino que es la base de la vida terrestre, ya sea como fuente de oxígeno para el reino animal y de anhídrido carbónico para el vegetal. También regula la temperatura en nuestro planeta, a modo de un invernadero gigante, evitando que existan grandes contrastes entre el día y la noche, como sucede en los astros que carecen de cobertura atmosférica, como es el caso de La Luna.
Esta envoltura gaseosa es una mezcla de distintos gases, 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno, 0.9% de argón y 0.1% de otros gases.
Dentro de estos gases minoritarios los más importantes en los factores meteorológicos son:
VAPOR DE AGUA: Componente atmosférico muy variable, llegando a un máximo cercano al 4%. Procede de la evaporación de las zonas húmedas, así como de las superficies terrestres cubiertas por hielo y nieve y también de la vegetación debido a su transpiración. Su importancia es fundamental en el ciclo del agua y formación de las nubes, así como en el balance de la radiación entre la Tierra y el Sol, ya que es muy permeable a la radiación solar de onda corta, pero absorbe parte de la radiación terrestre de onda larga.
OZONO: Su función principal es la de protegernos de las peligrosas radiaciones ultravioletas procedentes del Sol. Forma una especie de cinturón alrededor de nuestro planeta, alcanzando su máximo de concentración entre 25 y 30 kilómetros de altura.
DIOXIDO DE CARBONO: Más conocido normalmente como "CO2". Fundamental en los intercambios respiratorios y energéticos en los reinos animal y vegetal. Durante las últimas décadas, y debido a la acción del hombre, su cantidad está aumentando notablemente en la atmósfera, aproximadamente un 0.5% de su concentración al año, ayudando al aumento de las temperaturas medias de la Tierra, ya que permite el paso de la radiación solar pero absorbe fácilmente la radiación terrestre saliente.
También son componentes atmosféricos las PARTICULAS DE POLVO, HOLLIN, SAL, ARENA FINA Y CENIZAS VOLCANICAS procedentes en su totalidad de la superficie terrestre. Las de mayor tamaño se depositan rápidamente por efecto de la gravedad o por las precipitaciones. Las partículas más pequeñas permanecen suspendidas en la atmósfera, donde se encuentran en cantidades enormes. Una de sus funciones principales es la de ayudar en la formación de las nubes, además de ser un factor importante de contaminación atmosférica.
POR ENCIMA DE NUESTRAS CABEZAS
El océano de aire que nos rodea no es uniforme, pero su estructura permite considerar capas o estratos. Las diferencias entre ellas, normalmente, se establecen por el comportamiento térmico. Según este criterio y comenzando desde el suelo, nos encontramos con las siguientes capas:
TROPOSFERA: Es la zona donde se desarrolla la vida y donde se producen los fenómenos meteorológicos. Contiene el 75% de la masa atmosférica y casi todo el vapor de agua. El aire de esta capa es muy homogéneo, debido a los movimientos verticales que se producen. Su característica más importante es la disminución de la temperatura con la altura, que en promedio es de 0.6 grados centígrados por cada 100 metros. Su espesor es variable, siendo máximo en el ecuador con unos 14 kilómetros y mínimo en los polos, alrededor de los 8 kilómetros. Esta separada de la siguiente capa por la tropopausa, que actúa como una barrera, impidiendo la mayoría de los intercambios de aire entre ellas.
Ilustr. 3.Estructura vertical de la atmósfera. Fuente: Lutgens y Tarbuck.
ESTRATOSFERA: Esta capa comienza a partir de la tropopausa y llega hasta los 50 kilómetros de altitud, donde se encuentra la estratopausa, que la separa del siguiente manto atmosférico. La diferencia fundamental con la troposfera, es que el aire no es homogéneo, ésto es debido a que no existen movimientos verticales; por tanto, esta capa se encuentra estratificada de forma horizontal, lo que provoca fuertes vientos, que pueden llegar a alcanzar los 200 km/h.
LA ATMÓSFERA COMO UN OCÉANO DE AIRE AGITADO
Podemos considerar que vivimos en un "océano de aire" de manera parecida a como los peces lo hacen en uno de agua. Como el mar de agua, el de aire también posee fenómenos particulares, los cuales afectan a nuestra vida y medio ambiente de maneras muy diversas.
Los distintos fenómenos meteorológicos que componen el tiempo tienen como escenario la atmósfera "masa gaseosa que constituye la capa externa y envolvente de la Tierra", que con un espesor aproximado de 2.000 kilómetros hace posible la vida en nuestro planeta.
Nuestra atmósfera es densa, factor importante para el establecimiento y desarrollo de la vida sobre el planeta. Esta envoltura, no solamente sirve como un techo protector contra las radiaciones procedentes del Sol y los posibles impactos de otros cuerpos celestes, sino que es la base de la vida terrestre, ya sea como fuente de oxígeno para el reino animal y de anhídrido carbónico para el vegetal. También regula la temperatura en nuestro planeta, a modo de un invernadero gigante, evitando que existan grandes contrastes entre el día y la noche, como sucede en los astros que carecen de cobertura atmosférica, como es el caso de La Luna.
Esta envoltura gaseosa es una mezcla de distintos gases, 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno, 0.9% de argón y 0.1% de otros gases.
Dentro de estos gases minoritarios los más importantes en los factores meteorológicos son:
VAPOR DE AGUA: Componente atmosférico muy variable, llegando a un máximo cercano al 4%. Procede de la evaporación de las zonas húmedas, así como de las superficies terrestres cubiertas por hielo y nieve y también de la vegetación debido a su transpiración. Su importancia es fundamental en el ciclo del agua y formación de las nubes, así como en el balance de la radiación entre la Tierra y el Sol, ya que es muy permeable a la radiación solar de onda corta, pero absorbe parte de la radiación terrestre de onda larga.
OZONO: Su función principal es la de protegernos de las peligrosas radiaciones ultravioletas procedentes del Sol. Forma una especie de cinturón alrededor de nuestro planeta, alcanzando su máximo de concentración entre 25 y 30 kilómetros de altura.
DIOXIDO DE CARBONO: Más conocido normalmente como "CO2". Fundamental en los intercambios respiratorios y energéticos en los reinos animal y vegetal. Durante las últimas décadas, y debido a la acción del hombre, su cantidad está aumentando notablemente en la atmósfera, aproximadamente un 0.5% de su concentración al año, ayudando al aumento de las temperaturas medias de la Tierra, ya que permite el paso de la radiación solar pero absorbe fácilmente la radiación terrestre saliente.
También son componentes atmosféricos las PARTICULAS DE POLVO, HOLLIN, SAL, ARENA FINA Y CENIZAS VOLCANICAS procedentes en su totalidad de la superficie terrestre. Las de mayor tamaño se depositan rápidamente por efecto de la gravedad o por las precipitaciones. Las partículas más pequeñas permanecen suspendidas en la atmósfera, donde se encuentran en cantidades enormes. Una de sus funciones principales es la de ayudar en la formación de las nubes, además de ser un factor importante de contaminación atmosférica.
POR ENCIMA DE NUESTRAS CABEZAS
El océano de aire que nos rodea no es uniforme, pero su estructura permite considerar capas
o estratos. Las diferencias entre ellas, normalmente, se establecen por el comportamiento térmico. Según este criterio y comenzando desde el suelo, nos encontramos con las siguientes capas:
TROPOSFERA: Es la zona donde se desarrolla la vida y donde se producen los fenómenos meteorológicos. Contiene el 75% de la masa atmosférica y casi todo el vapor de agua. El aire de esta capa es muy homogéneo, debido a los movimientos verticales que se producen. Su característica más importante es la disminución de la temperatura con la altura, que en promedio es de 0.6 grados centígrados por cada 100 metros. Su espesor es variable, siendo máximo en el ecuador con unos 14 kilómetros y mínimo en los polos, alrededor de los 8 kilómetros. Esta separada de la siguiente capa por la tropopausa, que actúa como una barrera, impidiendo la mayoría de los intercambios de aire entre ellas.
Ilustr. 3.Estructura vertical de la atmósfera. Fuente: Lutgens y Tarbuck.
ESTRATOSFERA: Esta capa comienza a partir de la tropopausa y llega hasta los 50 kilómetros de altitud, donde se encuentra la estratopausa, que la separa del siguiente manto atmosférico. La diferencia fundamental con la troposfera, es que el aire no es homogéneo, ésto es debido a que no existen movimientos verticales; por tanto, esta capa se encuentra estratificada de forma horizontal, lo que provoca fuertes vientos, que pueden llegar a alcanzar los 200 km/h.