Titulo: Luisa y las brujitas del bosque encantado Autor: Cesar de Leon E. Personajes: (4) Luisa, Miguelito (el ratón) Brujilda, Hermelinda Categoria: Obras de teatro de 4 personajes
Narrador: Como todas las historias de cuentos, esta empieza en un bosque que se le conocía como “encantado”, todo a consecuencia de dos brujitas que deambulaban con sus escobas, buscando ingredientes para sus pocimas. Ellas eran las hermanas Brujilda y Hermelinda, unas niñas muy inquietas que ya volaban sus propias escobas. A petición de sus mayores, buscaban arañas, sapos y yerbas alucinógenas, para preparar sus brebajes encantados y esa era toda su vida.Por otro lado, Luisa una niña de la edad de las brujitas, siempre ayudaba a su abuela, a recolectar bayas, nueces y algunas frutas que daba el bosque que colindaba a la casa de su abuela, pero siempre prevenida de no pasar las fronteras y pasar del bosque al “bosque encantado”, Luisa que solo la acompañaba su ratón MIguel, con el que entablaba conversación como con cualquier humano, era su gran amigo y consejero
Miguelito: Luisa aca son muchas las fresas que podemos recolectar, ven rápido, que el sol las empieza a marchitar.Luisa: Ahí voy Miguelito, que no ves que también estoy recolectando las nueces que me pidió mi abuela
Miguelito: Ya se, pero esto esta mas a fácil de recolectar y las nueces no se marchitan, como le pasa a las fresas, vamos floja corre y vamos a llenar ese cesto.Luisa: Aunque eres mandon, te considero mi mejor amigo,
Narrador: A lo lejos, al terminar el bosque, se veían varios arboles frutales que se notaba que brillaban algo así como un has de luz que emitían esos arboles, algo que el bosque encantado hacia, para atraer a las personas.
Luisa: !Mira Miguelito ese árbol de moras¡ que a lo lejos se ve
Miguelito: Ese árbol esta encantado, es difícil que un árbol se vea así naturalmente, es el bosque encantado el que nos esta atrayendo, ! No lo veas Luisa¡ que te va a atraerLuisa: No amigo, ese no esta en el bosque encantado, voy por las moras que pueda y regresoMiguelito: !No corras que es una trampa¡Narrador: Luisa que con trampas cayo en la tentación, al bosque encantado entro, de repente el cielo que hasta ese entonces estaba claro y azul, se empezó a nublar, con esos nubarrones negros que empezaron a oscurecer el lugar.Luisa: Miguelito en donde estas (decia casi llorando)Miguelito: No te podia dejar sola, y aunque no me hiciste caso, este bosque es el culpable,
Luisa: Que vamos a hacer, ya quiero ir a la casa de la abuela, que se va a preocupar
Narrador: Tan asustados estaban Luisa y Miguelito, que nunca se percataron que arriba de ellos las dos brujitas atentas estaban escuchando, y como ellas no eran malas, se decidieron a bajar.
Brujilda: Hola amigos, ¿los podemos ayudar? (a Luisa y al ratón les pregunto)Hermelinda: De seguro el bosque encantado los engaño como a todos los que aquí se pierden jajaja (a su hermana sonriendo comento)Brujilda: No te rias de la desgracia de nuestra amiga, brujilda, mejor preséntate y vamos a ayudarlos
Hermelinda: Tienes razón hermana, Hola amigos soy Hermelinda la hermana menos de Brujilda, si quieren los podemos ayudar, se suben con nosotras a nuestra escoba y en la frontera del bosque las podemos llevar.Luisa: (aun con asombro, no podía dar crédito a lo que veía) Gracias, si nos pueden ayudar se los agradecería.Miguelito: No Luisa, nos llevaran a su casa para comernos (grito el ratón)
Brujilda: No se de donde sacas tal historia, si quisiéramos comer un ratón, hace rato estarías en nuestras pansas jajaja ( dijo con tono irónico) confíen en nosotras, que no les haremos daño.
Narrador: Y a la escoba de las brujitas subieron, para a la frontera del bosque llegar, así nos damos cuenta que no todos los que pensamos que sean malos, lo serán.
6 votes Thanks 8
angellita08
Gracias pero son dos hombres y dos mujeres
¡Notificar abuso!Narrador: Había una vez un Granjero que tenía un caballo fiel que era muy viejo para trabajar. Un día el caballo le dijo. Caballo: Tengo hambre…no me has dado de comer en dos días. Granjero: ¿Como esperas que te alimente, si ya no trabajas? Caballo: Tú sabes que estoy viejo y que he trabajado para ti durante muchos años. Granjero: Lo se… y te quiero…pero tienes que demostrarme que todavía eres fuerte. Caballo: ¿Como puedo demostrarte que todavía soy fuerte? Granjero: Si me traes un león, te seguiré cuidando. Pero por ahora, vete de mi establo. Caballo: ¿Donde voy a vivir? Granjero: Ese es tu problema… ¡vete! Narrador: El caballo abandono la granja, y se fue a la selva. Caballo: Oh, ¡estoy muy triste! ¿Que voy a hacer? ¿Donde voy a vivir? ¿Que voy a comer? Narrador: Después vio a un zorro. Zorro: ¿Que te pasa? ¿Por qué estas tan triste? ¿Qué estas haciendo aqui solo? Caballo: ¡Oh, pobre de mí! La codicia y la lealtad no pueden vivir en la misma casa. Zorro: ¿Que quieres decir? Caballo: He trabajado mucho para mi amo y por muchos años, y el se ha olvidado de todo el trabajo que hice. Zorro: ¿Que te hizo? Caballo: Estoy viejo, y ya no puedo estirar la carreta ni arar bien, así que me dijo que ya no quiere darme de comer, y que abandonara la granja. Zorro: ¿No te dio ninguna oportunidad? Caballo: Bueno, me dijo que si era suficientemente fuerte como para traerle un león, que me podía quedar, pero el sabe bien que no puedo hacerlo. Zorro: ¡Eso no es justo!… de todas maneras… yo te voy a ayudar. Caballo: ¿Como puedes ayudarme? Zorro: Tú solamente acuéstate en el piso, estírate como si estuvieras muerto, y no te muevas. Caballo: Hare lo que me digas. No tengo nada que perder. Zorro: Bien, ahora espérate, voy a buscar al león. Caballo: ¿Estas seguro? Zorro: Si, ahora regreso. Narrador: El zorro se fue a buscar al león, que se encontraba en una cueva no muy lejos de allí. Zorro: ¡León! ¡León! León: ¿Que quieres? ¿No ves que estoy durmiendo? Zorro: Tengo buenas noticias. ¡Encontré un caballo muerto, ven conmigo y podrás tener una rica comida! León: ¡Vamos! Narrador: El león se fue con el zorro, y cuando llegaron a donde estaba el caballo, el zorro le dijo. Zorro: Después de todo, no es muy cómodo para ti… tengo una idea… lo amarrare a tu cola, y entonces podrás arrastrarlo hasta tu cueva y allí podrás comértelo con tranquilidad. León: ¡Es muy Buena idea! Narrador: Entonces el león se tendió sobre el suelo para que el zorro pudiera amarrar al caballo a su cola. Pero el zorro amarro las patas del león con la cola del caballo. Cuando termino de amarrarlo, le dijo al caballo. Zorro: ¡Empuja, caballo blanco, empuja! Narrador: Entonces el caballo se paro, y se llevo al león. León: ¡Déjame ir! ¡Déjame ir! Narrador: Entonces el león empezó a rugir y rugir y todos los pájaros del bosque volaron asustados, pero el caballo lo dejo rugir, y lo arrastro por el bosque hasta la granja. Cuando el granjero lo vio, se sorprendió. Granjero: ¡Oh! Caballo: Te traje el león. ¿Ya estas satisfecho? Granjero: ¡Claro que lo estoy! Te quedaras aquí conmigo, y comerás la mejor comida que tengo. Narrador: El granjero desamarro al leon que salio en carrera hacia la selva, y el caballo vivio feliz el resto de sus días, cuidado por su amo.
Titulo: Luisa y las brujitas del bosque encantado
Autor: Cesar de Leon E.
Personajes: (4) Luisa, Miguelito (el ratón) Brujilda, Hermelinda
Categoria: Obras de teatro de 4 personajes
Narrador: Como todas las historias de cuentos, esta empieza en un bosque que se le conocía como “encantado”, todo a consecuencia de dos brujitas que deambulaban con sus escobas, buscando ingredientes para sus pocimas. Ellas eran las hermanas Brujilda y Hermelinda, unas niñas muy inquietas que ya volaban sus propias escobas. A petición de sus mayores, buscaban arañas, sapos y yerbas alucinógenas, para preparar sus brebajes encantados y esa era toda su vida.Por otro lado, Luisa una niña de la edad de las brujitas, siempre ayudaba a su abuela, a recolectar bayas, nueces y algunas frutas que daba el bosque que colindaba a la casa de su abuela, pero siempre prevenida de no pasar las fronteras y pasar del bosque al “bosque encantado”, Luisa que solo la acompañaba su ratón MIguel, con el que entablaba conversación como con cualquier humano, era su gran amigo y consejero
Miguelito: Luisa aca son muchas las fresas que podemos recolectar, ven rápido, que el sol las empieza a marchitar.Luisa: Ahí voy Miguelito, que no ves que también estoy recolectando las nueces que me pidió mi abuela
Miguelito: Ya se, pero esto esta mas a fácil de recolectar y las nueces no se marchitan, como le pasa a las fresas, vamos floja corre y vamos a llenar ese cesto.Luisa: Aunque eres mandon, te considero mi mejor amigo,
Narrador: A lo lejos, al terminar el bosque, se veían varios arboles frutales que se notaba que brillaban algo así como un has de luz que emitían esos arboles, algo que el bosque encantado hacia, para atraer a las personas.
Luisa: !Mira Miguelito ese árbol de moras¡ que a lo lejos se ve
Miguelito: Ese árbol esta encantado, es difícil que un árbol se vea así naturalmente, es el bosque encantado el que nos esta atrayendo, ! No lo veas Luisa¡ que te va a atraerLuisa: No amigo, ese no esta en el bosque encantado, voy por las moras que pueda y regresoMiguelito: !No corras que es una trampa¡Narrador: Luisa que con trampas cayo en la tentación, al bosque encantado entro, de repente el cielo que hasta ese entonces estaba claro y azul, se empezó a nublar, con esos nubarrones negros que empezaron a oscurecer el lugar.Luisa: Miguelito en donde estas (decia casi llorando)Miguelito: No te podia dejar sola, y aunque no me hiciste caso, este bosque es el culpable,
Luisa: Que vamos a hacer, ya quiero ir a la casa de la abuela, que se va a preocupar
Narrador: Tan asustados estaban Luisa y Miguelito, que nunca se percataron que arriba de ellos las dos brujitas atentas estaban escuchando, y como ellas no eran malas, se decidieron a bajar.
Brujilda: Hola amigos, ¿los podemos ayudar? (a Luisa y al ratón les pregunto)Hermelinda: De seguro el bosque encantado los engaño como a todos los que aquí se pierden jajaja (a su hermana sonriendo comento)Brujilda: No te rias de la desgracia de nuestra amiga, brujilda, mejor preséntate y vamos a ayudarlos
Hermelinda: Tienes razón hermana, Hola amigos soy Hermelinda la hermana menos de Brujilda, si quieren los podemos ayudar, se suben con nosotras a nuestra escoba y en la frontera del bosque las podemos llevar.Luisa: (aun con asombro, no podía dar crédito a lo que veía) Gracias, si nos pueden ayudar se los agradecería.Miguelito: No Luisa, nos llevaran a su casa para comernos (grito el ratón)
Brujilda: No se de donde sacas tal historia, si quisiéramos comer un ratón, hace rato estarías en nuestras pansas jajaja ( dijo con tono irónico) confíen en nosotras, que no les haremos daño.
Narrador: Y a la escoba de las brujitas subieron, para a la frontera del bosque llegar, así nos damos cuenta que no todos los que pensamos que sean malos, lo serán.
Caballo: Tengo hambre…no me has dado de comer en dos días.
Granjero: ¿Como esperas que te alimente, si ya no trabajas?
Caballo: Tú sabes que estoy viejo y que he trabajado para ti durante muchos años.
Granjero: Lo se… y te quiero…pero tienes que demostrarme que todavía eres fuerte.
Caballo: ¿Como puedo demostrarte que todavía soy fuerte?
Granjero: Si me traes un león, te seguiré cuidando. Pero por ahora, vete de mi establo.
Caballo: ¿Donde voy a vivir?
Granjero: Ese es tu problema… ¡vete!
Narrador: El caballo abandono la granja, y se fue a la selva.
Caballo: Oh, ¡estoy muy triste! ¿Que voy a hacer? ¿Donde voy a vivir? ¿Que voy a comer?
Narrador: Después vio a un zorro.
Zorro: ¿Que te pasa? ¿Por qué estas tan triste? ¿Qué estas haciendo aqui solo?
Caballo: ¡Oh, pobre de mí! La codicia y la lealtad no pueden vivir en la misma casa.
Zorro: ¿Que quieres decir?
Caballo: He trabajado mucho para mi amo y por muchos años, y el se ha olvidado de todo el trabajo que hice.
Zorro: ¿Que te hizo?
Caballo: Estoy viejo, y ya no puedo estirar la carreta ni arar bien, así que me dijo que ya no quiere darme de comer, y que abandonara la granja.
Zorro: ¿No te dio ninguna oportunidad?
Caballo: Bueno, me dijo que si era suficientemente fuerte como para traerle un león, que me podía quedar, pero el sabe bien que no puedo hacerlo.
Zorro: ¡Eso no es justo!… de todas maneras… yo te voy a ayudar.
Caballo: ¿Como puedes ayudarme?
Zorro: Tú solamente acuéstate en el piso, estírate como si estuvieras muerto, y no te muevas.
Caballo: Hare lo que me digas. No tengo nada que perder.
Zorro: Bien, ahora espérate, voy a buscar al león.
Caballo: ¿Estas seguro?
Zorro: Si, ahora regreso.
Narrador: El zorro se fue a buscar al león, que se encontraba en una cueva no muy lejos de allí.
Zorro: ¡León! ¡León!
León: ¿Que quieres? ¿No ves que estoy durmiendo?
Zorro: Tengo buenas noticias. ¡Encontré un caballo muerto, ven conmigo y podrás tener una rica comida!
León: ¡Vamos!
Narrador: El león se fue con el zorro, y cuando llegaron a donde estaba el caballo, el zorro le dijo.
Zorro: Después de todo, no es muy cómodo para ti… tengo una idea… lo amarrare a tu cola, y entonces podrás arrastrarlo hasta tu cueva y allí podrás comértelo con tranquilidad.
León: ¡Es muy Buena idea!
Narrador: Entonces el león se tendió sobre el suelo para que el zorro pudiera amarrar al caballo a su cola. Pero el zorro amarro las patas del león con la cola del caballo. Cuando termino de amarrarlo, le dijo al caballo.
Zorro: ¡Empuja, caballo blanco, empuja!
Narrador: Entonces el caballo se paro, y se llevo al león.
León: ¡Déjame ir! ¡Déjame ir!
Narrador: Entonces el león empezó a rugir y rugir y todos los pájaros del bosque volaron asustados, pero el caballo lo dejo rugir, y lo arrastro por el bosque hasta la granja. Cuando el granjero lo vio, se sorprendió.
Granjero: ¡Oh!
Caballo: Te traje el león. ¿Ya estas satisfecho?
Granjero: ¡Claro que lo estoy! Te quedaras aquí conmigo, y comerás la mejor comida que tengo.
Narrador: El granjero desamarro al leon que salio en carrera hacia la selva, y el caballo vivio feliz el resto de sus días, cuidado por su amo.