En la época medieval los mapas elaborados por los escolásticos representaban un mundo tripartita, constituido por tres continentes de un lado a otro de un mar interior en forma de T, basado en que el tres es un número sagrado que se refiere a la Trinidad. Así, los dibujos del mundo, la localización de lugares y cosas se encuentran alrededor de un centro que es Jerusalén.
El mapamundi de los escolásticos se apega a las figuraciones antiguas, de manera que los contornos se encuentran ya fijados, así como los lugares importantes de la cristianización. En ese mismo siglo, Hugo de San Víctor compone el mapamundi con una extensa simbología, donde Cristo domina el mundo, asistido por dos serafines. Incluye las nociones de Oriente y de Paraíso en la parte alta, y abajo los de Occidente que corresponde al océano desconocido, al infierno.
Los mapas de las Cruzadas estaban destinados a dar operatividad a los movimientos de los ejércitos cristianos, para facilitar la preparación de los itinerarios y de las maniobras navales. En estos mapas se aprecia una mayor atención a los accidentes topográficos, lo que debía permitir la elección de las rutas más adecuadas. Así, Fidenzio da Padova dibuja el Mediterráneo para llevar a cabo la recuperación de Tierra Santa.
Hay que mencionar que los mapas también fueron usados por los peregrinos que iban a “Jerusalén, la Tierra Sagrada”.
En la época medieval los mapas elaborados por los escolásticos representaban un mundo tripartita, constituido por tres continentes de un lado a otro de un mar interior en forma de T, basado en que el tres es un número sagrado que se refiere a la Trinidad. Así, los dibujos del mundo, la localización de lugares y cosas se encuentran alrededor de un centro que es Jerusalén.
El mapamundi de los escolásticos se apega a las figuraciones antiguas, de manera que los contornos se encuentran ya fijados, así como los lugares importantes de la cristianización. En ese mismo siglo, Hugo de San Víctor compone el mapamundi con una extensa simbología, donde Cristo domina el mundo, asistido por dos serafines. Incluye las nociones de Oriente y de Paraíso en la parte alta, y abajo los de Occidente que corresponde al océano desconocido, al infierno.
Los mapas de las Cruzadas estaban destinados a dar operatividad a los movimientos de los ejércitos cristianos, para facilitar la preparación de los itinerarios y de las maniobras navales. En estos mapas se aprecia una mayor atención a los accidentes topográficos, lo que debía permitir la elección de las rutas más adecuadas. Así, Fidenzio da Padova dibuja el Mediterráneo para llevar a cabo la recuperación de Tierra Santa.
Hay que mencionar que los mapas también fueron usados por los peregrinos que iban a “Jerusalén, la Tierra Sagrada”.