bueno , vale , no conseguí la historieta pero si la historia
Había una vez, en un pueblecito llamado Martorell, una viejecita que cada dia debía pasar el río para ir a buscar agua a la fuente que había en la otra orilla.
La viejecita era ya muy mayor y no estaba para esos trotes. Saltar de piedra en piedra, mojándose los pies ya le había traido más de un disgusto y algún que otro constipado.
Una mañana, cuando estaba junto la orilla, a punto de pasar el rio, se le apareció el Diablo, que era un negociante de mucho cuidado.
– ¡¿Qué hace usted pasando el río de esta manera?! Con mi gran poder, haré que no tenga que cruzarlo nunca más.
–¿Cómo? – preguntó la viejecita sorprendida.
–Dame una noche, y te construiré el puente más bonito que jamás hayas visto.
–¿Seguro? – preguntó la viejecita.
–¿Acaso dudas de mi palabra? – respondió el Diablo – Y no os va a costar ni un real. Me conformo con quedarme con el alma del primero que cruze el puente.
La viejecita, cansada de tener que cruzar el río cada dia aceptó el trato.
El diablo estuvo toooooooda la noche trabajando y cuando los primeros rayos de sol despuntaban tras la Torre del Telégrafo el gran puente estaba acabado.
El Diablo, escondido tras el arco del puente, en la otra orilla, esperó a que la viejecita llegara, para que pasara el puente en busca del agua y así poder quedarse con su alma. Pero las cosas no salieron como él esperaba.
Cuando la viejecita llegó al puente, sacó el mandil del cesto que llevaba colgando del brazo. De dentro del cesto salió un gato negro como el carbón, que asustado empezó a correr puente arriba.
Y así es, como desde ese dia, la viejecita y todos los habitantes de Martorell podemos cruzar, sin miedo, el puente mientras el Diablo nos mira, sin poder hacer nada, junto al alma de un gato.
Lo llaman el Pont del Diable (en castellano Puente del Diablo) y es uno de los monumentos que conforman la identidad y la cultura de Martorell. Desde pequeños, en la escuela todos aprendemos la leyenda del famoso puente. Además, éste es protagonista de diversas fiestas populares, como el correfoc de la Fira de Primavera, o la llegada de los Reyes Magos al pueblo.
El Pont del Diable, que es de base romana con una recostrucción gótica posterior está situado en La Vila, el casco antiguo de Martorell, de donde son tipicos los esgrafiados principalmente del artista J. Amat. Un barrio con encanto donde, si caminamos sin mirar al suelo, podremos descubrir alucinantes murales y otros muchos tesoros que pasan desapercibidos a los ojos del estresado. Pasea y déjate llevar.
bueno , vale , no conseguí la historieta pero si la historia
Había una vez, en un pueblecito llamado Martorell, una viejecita que cada dia debía pasar el río para ir a buscar agua a la fuente que había en la otra orilla.
La viejecita era ya muy mayor y no estaba para esos trotes. Saltar de piedra en piedra, mojándose los pies ya le había traido más de un disgusto y algún que otro constipado.
Una mañana, cuando estaba junto la orilla, a punto de pasar el rio, se le apareció el Diablo, que era un negociante de mucho cuidado.
– ¡¿Qué hace usted pasando el río de esta manera?! Con mi gran poder, haré que no tenga que cruzarlo nunca más.
–¿Cómo? – preguntó la viejecita sorprendida.
–Dame una noche, y te construiré el puente más bonito que jamás hayas visto.
–¿Seguro? – preguntó la viejecita.
–¿Acaso dudas de mi palabra? – respondió el Diablo – Y no os va a costar ni un real. Me conformo con quedarme con el alma del primero que cruze el puente.
La viejecita, cansada de tener que cruzar el río cada dia aceptó el trato.
El diablo estuvo toooooooda la noche trabajando y cuando los primeros rayos de sol despuntaban tras la Torre del Telégrafo el gran puente estaba acabado.
El Diablo, escondido tras el arco del puente, en la otra orilla, esperó a que la viejecita llegara, para que pasara el puente en busca del agua y así poder quedarse con su alma. Pero las cosas no salieron como él esperaba.
Cuando la viejecita llegó al puente, sacó el mandil del cesto que llevaba colgando del brazo. De dentro del cesto salió un gato negro como el carbón, que asustado empezó a correr puente arriba.
Y así es, como desde ese dia, la viejecita y todos los habitantes de Martorell podemos cruzar, sin miedo, el puente mientras el Diablo nos mira, sin poder hacer nada, junto al alma de un gato.
Lo llaman el Pont del Diable (en castellano Puente del Diablo) y es uno de los monumentos que conforman la identidad y la cultura de Martorell. Desde pequeños, en la escuela todos aprendemos la leyenda del famoso puente. Además, éste es protagonista de diversas fiestas populares, como el correfoc de la Fira de Primavera, o la llegada de los Reyes Magos al pueblo.
El Pont del Diable, que es de base romana con una recostrucción gótica posterior está situado en La Vila, el casco antiguo de Martorell, de donde son tipicos los esgrafiados principalmente del artista J. Amat. Un barrio con encanto donde, si caminamos sin mirar al suelo, podremos descubrir alucinantes murales y otros muchos tesoros que pasan desapercibidos a los ojos del estresado. Pasea y déjate llevar.