jolencinas
Los escribas que trabajaban para los sacerdotes tenían que anotar las cantidades de productos almacenados; por ejemplo, cuántas ovejas o cuántos cántaros de aceite se guardaban en el templo. Con tal finalidad, comenzaron a hacer marcas en tablillas de arcilla húmeda, que luego se cocían en fuego. Más tarde, esas marcas se convirtieron en signos que se dibujaban con una caña. Cada signo representaba un objeto o una cantidad. Este sistema de registro fue el origen de la escritura. Con el tiempo, la escritura se hizo silábica; o sea, cada signo pasó a expresar una sílaba. Como la caña dejaba sobre la arcilla unas marcas triangulares en forma de cuña, la escritura sumeria fue llamada cuneiforme.