El largo camino a casa parecía seguir y seguir. La carretera se extendía delante del vehículo, infinita. Los rayos de luz que atravesaban las copas de los árboles daban en la ventanilla, lastimando sus ojos.
El entorno estaba lleno de profundos árboles verdes que formaban un bosque alrededor de la carretera. El único sonido era el ronroneo del motor de los coches. Era un día tranquilo. Aunque el viaje parecía agradable, estaba muy lejos de serlo.
La conductora, una mujer de mediana edad, vestía una camiseta de cuello en V y un par de pantalones vaqueros. Adornaba sus orejas con pendientes de diamantes, que soltaban destellos de vez en cuando. Tenía los ojos de un tono verde oscuro, cuyo color resaltaba gracias a su camiseta y a la iluminación. Ella sería como cualquier madre de mediana edad de no ser por sus profundas ojeras color berenjena. La expresión de Connie Rogers era sombría y triste, a pesar de que sus líneas de expresión sugerían que sonreía a menudo.
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JuryKearah
Chocaron, este Toby Erin Rogers tiene pesadillas, tics, y Riley Day, después ya harto de su padre *que estaba viviendo con el y su madre* sacó un cuchillo / hacha no me acuerdo, pero creo que cuchillo, lo mato, agarro gasolina, cerillos, y 2 hachas, quemo el pueblo, se encontró con Slenderman y ya es su proxy xD
El largo camino a casa parecía seguir y seguir. La carretera se extendía delante del vehículo, infinita. Los rayos de luz que atravesaban las copas de los árboles daban en la ventanilla, lastimando sus ojos.
El entorno estaba lleno de profundos árboles verdes que formaban un bosque alrededor de la carretera. El único sonido era el ronroneo del motor de los coches. Era un día tranquilo. Aunque el viaje parecía agradable, estaba muy lejos de serlo.
La conductora, una mujer de mediana edad, vestía una camiseta de cuello en V y un par de pantalones vaqueros. Adornaba sus orejas con pendientes de diamantes, que soltaban destellos de vez en cuando. Tenía los ojos de un tono verde oscuro, cuyo color resaltaba gracias a su camiseta y a la iluminación. Ella sería como cualquier madre de mediana edad de no ser por sus profundas ojeras color berenjena. La expresión de Connie Rogers era sombría y triste, a pesar de que sus líneas de expresión sugerían que sonreía a menudo.