Concebida en 1884, edificada entre 1887 y 1889 e inaugurada para la exposición universal de 1889 en París, la torre Eiffel simboliza hoy en día a un país entero. Sin embargo, no siempre fue así, y en sus orígenes fue tan solo un elemento más de la imagen con la que Francia quiso mostrar al mundo la pujanza económica del país.60
Desde 1875, la Tercera República naciente, que se caracterizó por su crónica inestabilidad política, apenas se podía sostener. En el gobierno, los partidos políticos se suceden a un ritmo constante. Según Léon Gambetta (primer ministro entre 1881 y 1882), los gabinetes estaban a menudo formados por ministros "oportunistas", pero cuya obra legisladora puso las piedras de los principios todavía vigentes en el presente: escuela obligatoria, laicidad, libertad de prensa, etc.
La sociedad de la época pone una gran atención en los progresos técnicos y en el progreso social. Es esta fe en los beneficios de la ciencia lo que dio origen a las exposiciones universales. Pero ya desde la primera exposición (Gran Exhibición de los Trabajos de la Industria de todas las Naciones; la "Great Exhibition of the Works of Industry of All Nations", Londres, 1851), los gobernantes perciben rápidamente que detrás de la apuesta tecnológica se perfila un eficaz escaparate político, y sería un error no aprovechar la oportunidad. Demostrando su destreza industrial, el país anfitrión puede hacer gala de su adelanto y de su superioridad sobre las otras potencias europeas, que reinaban entonces en el mundo.
Bajo esta visión, Francia acoge repetidas veces la Exposición Universal, en los años 1855, 1867 y 1878. Jules Ferry, presidente del Consejo de 1883 a 1885, decide revivir la idea de celebrar una exposición universal en Francia. El 8 de noviembre de 1884 firmó un decreto que establecía oficialmente la celebración de una Exposición Universal en París del 5 de mayo al 31 de octubre de 1889. El año escogido no fue al azar, porque simboliza el centenario de la Revolución francesa.
París es una vez más el «centro del mundo», aunque la situación evoluciona rápidamente, y es al otro lado del Atlántico, en el seno de la joven potencia económica de los Estados Unidos, donde verdaderamente nacerá la idea de una torre de 300 metros. En efecto, en el momento de la Exposición Universal de Filadelfia en 1876, los ingenieros americanos Clark y Reeves imaginan el proyecto de un poste cilíndrico de nueve metros de diámetro sostenido por obenques metálicos, anclado en una base circular de 45 metros de diámetro, con una altura total de 300 metros.61 Por falta de créditos, su proyecto jamás verá la luz, aunque en 1874 sería publicado en Estados Unidos (en la revista Scientific American),62 y en Francia (en la revista La Nature).63
En la misma situación, el ingeniero francés Sébillot muestra en los Estados Unidos la idea de una «torre-sol» de hierro que alumbraría París. Para ello, se une con el arquitectoJules Bourdais, quien trabajaba en el proyecto del Palacio del Trocadero para la Exposición Universal de 1878. Juntos, concebirán un proyecto de "torre-faro" de granito, de 300 metros de altura que conocerá varias versiones, que posteriormente competirá con el proyecto de torre de Gustave Eiffel, y que finalmente, jamás será construido.64
Un precedente significativo de todos estos proyectos fue el Observatorio Latting, una aguzada pirámide con estructura de hierro y madera de 96 m de altura, construida enNueva York con ocasión de la Exposición Industrial de Todas las Naciones de 1853. El acceso a la torre, que contaba con ascensores accionados por vapor, era gratuito.
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camiko1408
La torre Eiffel fue creada en la segunda guerra mundial, como torre de comunicaciones para la comunicacion entre los altos mandos y los del ejercito (los que se arriesgaban peleando intermundialmente)
Concebida en 1884, edificada entre 1887 y 1889 e inaugurada para la exposición universal de 1889 en París, la torre Eiffel simboliza hoy en día a un país entero. Sin embargo, no siempre fue así, y en sus orígenes fue tan solo un elemento más de la imagen con la que Francia quiso mostrar al mundo la pujanza económica del país.60
Desde 1875, la Tercera República naciente, que se caracterizó por su crónica inestabilidad política, apenas se podía sostener. En el gobierno, los partidos políticos se suceden a un ritmo constante. Según Léon Gambetta (primer ministro entre 1881 y 1882), los gabinetes estaban a menudo formados por ministros "oportunistas", pero cuya obra legisladora puso las piedras de los principios todavía vigentes en el presente: escuela obligatoria, laicidad, libertad de prensa, etc.
La sociedad de la época pone una gran atención en los progresos técnicos y en el progreso social. Es esta fe en los beneficios de la ciencia lo que dio origen a las exposiciones universales. Pero ya desde la primera exposición (Gran Exhibición de los Trabajos de la Industria de todas las Naciones; la "Great Exhibition of the Works of Industry of All Nations", Londres, 1851), los gobernantes perciben rápidamente que detrás de la apuesta tecnológica se perfila un eficaz escaparate político, y sería un error no aprovechar la oportunidad. Demostrando su destreza industrial, el país anfitrión puede hacer gala de su adelanto y de su superioridad sobre las otras potencias europeas, que reinaban entonces en el mundo.
Bajo esta visión, Francia acoge repetidas veces la Exposición Universal, en los años 1855, 1867 y 1878. Jules Ferry, presidente del Consejo de 1883 a 1885, decide revivir la idea de celebrar una exposición universal en Francia. El 8 de noviembre de 1884 firmó un decreto que establecía oficialmente la celebración de una Exposición Universal en París del 5 de mayo al 31 de octubre de 1889. El año escogido no fue al azar, porque simboliza el centenario de la Revolución francesa.
París es una vez más el «centro del mundo», aunque la situación evoluciona rápidamente, y es al otro lado del Atlántico, en el seno de la joven potencia económica de los Estados Unidos, donde verdaderamente nacerá la idea de una torre de 300 metros. En efecto, en el momento de la Exposición Universal de Filadelfia en 1876, los ingenieros americanos Clark y Reeves imaginan el proyecto de un poste cilíndrico de nueve metros de diámetro sostenido por obenques metálicos, anclado en una base circular de 45 metros de diámetro, con una altura total de 300 metros.61 Por falta de créditos, su proyecto jamás verá la luz, aunque en 1874 sería publicado en Estados Unidos (en la revista Scientific American),62 y en Francia (en la revista La Nature).63
En la misma situación, el ingeniero francés Sébillot muestra en los Estados Unidos la idea de una «torre-sol» de hierro que alumbraría París. Para ello, se une con el arquitectoJules Bourdais, quien trabajaba en el proyecto del Palacio del Trocadero para la Exposición Universal de 1878. Juntos, concebirán un proyecto de "torre-faro" de granito, de 300 metros de altura que conocerá varias versiones, que posteriormente competirá con el proyecto de torre de Gustave Eiffel, y que finalmente, jamás será construido.64
Un precedente significativo de todos estos proyectos fue el Observatorio Latting, una aguzada pirámide con estructura de hierro y madera de 96 m de altura, construida enNueva York con ocasión de la Exposición Industrial de Todas las Naciones de 1853. El acceso a la torre, que contaba con ascensores accionados por vapor, era gratuito.