En Suecia, los festejos navideños se adelantan unos días. Las niñas son las grandes protagonistas: el 13 de diciembre se celebra la Noche de Santa Lucía, en la que pueblos, escuelas y familias escogen a una de ellas, que visten con una túnica blanca y una corona de candelas.
Las chicas, en honor a Santa Lucía, participan en una procesión festiva en la que se cantan villancicos populares.
En Finlandia, también celebran la Nochebuena en familia e intercambian regalos, con la diferencia de que el día 25 pasan una jornada de paz y tranquilidad y el 26 celebran las fiestas con los amigos.
Los países escandinavos son el hogar de Papá Noel y, por ello, se le puede visitar todo el año en su taller de regalos en Rovaniemi, en la región de Laponia en el círculo polar Ártico. Después de la cena, los niños finlandeses esperan ansiosos la llegada de Papá Noel al que llaman Joulupukki.
Alemania
Los niños germanos esperan con ilusión la llegada de San Nicolás el día 6 de diciembre. La noche anterior, dejan sus zapatos o botitas delante de la puerta de casa.
Si han sido bondadosos, San Nicolás los llenará de chocolate, dulces y otras sorpresas. Si, por el contrario, han hecho muchas travesuras, el Krampus –entre un demonio y un sátiro- les dejará ramas secas, aunque los niños alemanes ponen mucho empeño para que esto no pase. El día 24, muchas casas también reciben la visita de Der Weihnachtsmann (Papá Noel), que llega con más regalos.
En algunas partes de Alemania, Austria y Suiza, los niños no esperan a Papá Noel sino a Christkind, el mensajero del Niño Jesús. La gran mayoría de veces suele ser una chica joven, muy elegante vestida de ángel, y les deja algún pequeño presente al sonido de una campanilla.
Rusia
La misma viejecilla que llega a Italia también visita las casas rusas, donde recibe el nombre de Babouschka (abuela, en su idioma). Sin embargo, la Navidad no se celebra el 25 de diciembre, sino trece días después, el 7 de enero, la fecha del nacimiento de Jesús según el calendario que sigue la iglesia ortodoxa, la religión del país.
Ese día, los niños comen un menú compuesto por doce platos y disfrutan como nunca de la sopa de remolacha. En lugar de Papá Noel, los niños rusos también dan la bienvenida a Ded Moroz (el Abuelo del Hielo), que llega el día de Año Nuevo con los regalos.
Japón
A diferencia de muchos países, la Nochebuena en Japón no se pasa en familia, sino que el día 24 de diciembre es oficialmente el día de los enamorados y se celebra en pareja. Es el día de Año Nuevo cuando los niños reciben los regalos. La tradición dicta que la primera comida del año asegura buena suerte.
BefanaItalia
Cuenta la leyenda popular, que los tres Reyes Magos, en su camino al portal de Belén, se desorientaron y preguntaron a una viejecilla cómo seguir hasta llegar al niño Jesús. La señora no atinó con sus señas y, desafortunadamente, sus majestades de Oriente se perdieron.
Los Reyes llegaron unos días más tarde a su destino, algo que lamentó muchísimo la viejecilla. Por eso, cada 5 de enero, la Befana llega con una escoba a las casas italianas, con regalos para ofrecer al Niño Jesús si por casualidad lo encuentra en algún hogar y, de paso, dejarlo todo bien limpio.
En Italia, en Nochebuena se celebra a lo grande la Vigilia di Natale con un cenone (la gran cena) a base de pescado y, de postre, un surtido de dulces, en el que el rey es el exquisito panettone.
En Suecia, los festejos navideños se adelantan unos días. Las niñas son las grandes protagonistas: el 13 de diciembre se celebra la Noche de Santa Lucía, en la que pueblos, escuelas y familias escogen a una de ellas, que visten con una túnica blanca y una corona de candelas.
Las chicas, en honor a Santa Lucía, participan en una procesión festiva en la que se cantan villancicos populares.
En Finlandia, también celebran la Nochebuena en familia e intercambian regalos, con la diferencia de que el día 25 pasan una jornada de paz y tranquilidad y el 26 celebran las fiestas con los amigos.
Los países escandinavos son el hogar de Papá Noel y, por ello, se le puede visitar todo el año en su taller de regalos en Rovaniemi, en la región de Laponia en el círculo polar Ártico. Después de la cena, los niños finlandeses esperan ansiosos la llegada de Papá Noel al que llaman Joulupukki.
Alemania
Los niños germanos esperan con ilusión la llegada de San Nicolás el día 6 de diciembre. La noche anterior, dejan sus zapatos o botitas delante de la puerta de casa.
Si han sido bondadosos, San Nicolás los llenará de chocolate, dulces y otras sorpresas. Si, por el contrario, han hecho muchas travesuras, el Krampus –entre un demonio y un sátiro- les dejará ramas secas, aunque los niños alemanes ponen mucho empeño para que esto no pase. El día 24, muchas casas también reciben la visita de Der Weihnachtsmann (Papá Noel), que llega con más regalos.
En algunas partes de Alemania, Austria y Suiza, los niños no esperan a Papá Noel sino a Christkind, el mensajero del Niño Jesús. La gran mayoría de veces suele ser una chica joven, muy elegante vestida de ángel, y les deja algún pequeño presente al sonido de una campanilla.
Rusia
La misma viejecilla que llega a Italia también visita las casas rusas, donde recibe el nombre de Babouschka (abuela, en su idioma). Sin embargo, la Navidad no se celebra el 25 de diciembre, sino trece días después, el 7 de enero, la fecha del nacimiento de Jesús según el calendario que sigue la iglesia ortodoxa, la religión del país.
Ese día, los niños comen un menú compuesto por doce platos y disfrutan como nunca de la sopa de remolacha. En lugar de Papá Noel, los niños rusos también dan la bienvenida a Ded Moroz (el Abuelo del Hielo), que llega el día de Año Nuevo con los regalos.
Japón
A diferencia de muchos países, la Nochebuena en Japón no se pasa en familia, sino que el día 24 de diciembre es oficialmente el día de los enamorados y se celebra en pareja. Es el día de Año Nuevo cuando los niños reciben los regalos. La tradición dicta que la primera comida del año asegura buena suerte.
BefanaItalia
Cuenta la leyenda popular, que los tres Reyes Magos, en su camino al portal de Belén, se desorientaron y preguntaron a una viejecilla cómo seguir hasta llegar al niño Jesús. La señora no atinó con sus señas y, desafortunadamente, sus majestades de Oriente se perdieron.
Los Reyes llegaron unos días más tarde a su destino, algo que lamentó muchísimo la viejecilla. Por eso, cada 5 de enero, la Befana llega con una escoba a las casas italianas, con regalos para ofrecer al Niño Jesús si por casualidad lo encuentra en algún hogar y, de paso, dejarlo todo bien limpio.
En Italia, en Nochebuena se celebra a lo grande la Vigilia di Natale con un cenone (la gran cena) a base de pescado y, de postre, un surtido de dulces, en el que el rey es el exquisito panettone.