Las parábolas de Jesús son como semillas: historias simples que echan raíces en nuestras vidas, y si se lo permitimos, la luz de nuestras reflexiones y el alimento de nuestras plegarias crecen hasta llegar a ser hitos significativos. El reino de Dios proclamado por Jesús puede aparecer en forma sutil y sin renombre. Aceptar la realidad del reino de Dios no es un inmediato llamado a la acción: el primer contacto explora nuestra sabiduría, paciencia y confianza.
D: sorry si es largo es que si no no se me entendía ;-;
Respuesta:
Las parábolas de Jesús son como semillas: historias simples que echan raíces en nuestras vidas, y si se lo permitimos, la luz de nuestras reflexiones y el alimento de nuestras plegarias crecen hasta llegar a ser hitos significativos. El reino de Dios proclamado por Jesús puede aparecer en forma sutil y sin renombre. Aceptar la realidad del reino de Dios no es un inmediato llamado a la acción: el primer contacto explora nuestra sabiduría, paciencia y confianza.
D: sorry si es largo es que si no no se me entendía ;-;