Los cuentos de Hagamos un ángel sortean orillas sombreadas, entre lo místico y lo monstruoso. Nunca se podrá comprender si los personajes son víctimas de sus obsesiones o de fuerzas que los van transformando sin que ellos puedan defenderse. Obviamente, estos parecen colaborar con lo que les ocurre, desde un lugar secreto que está en sus propios pensamientos. Un hecho irracional irrumpe en la vida de estos seres y ya no pueden ser los mismos: los ángeles falsos, la grandeza del universo, los encuentros en la ciudad, las cirugías plásticas, la necesidad de un gurú, las sorpresas de una genealogía, las noticias de una radio, los entuertos de un desfalco anunciado, el fracaso en las ventas, la posibilidad de que sea más terrible el más allá, lo que dijo un mesías… todo tiende al misterio, a la posibilidad de una sorpresiva digresión vital.
Respuesta:
Los cuentos de Hagamos un ángel sortean orillas sombreadas, entre lo místico y lo monstruoso. Nunca se podrá comprender si los personajes son víctimas de sus obsesiones o de fuerzas que los van transformando sin que ellos puedan defenderse. Obviamente, estos parecen colaborar con lo que les ocurre, desde un lugar secreto que está en sus propios pensamientos. Un hecho irracional irrumpe en la vida de estos seres y ya no pueden ser los mismos: los ángeles falsos, la grandeza del universo, los encuentros en la ciudad, las cirugías plásticas, la necesidad de un gurú, las sorpresas de una genealogía, las noticias de una radio, los entuertos de un desfalco anunciado, el fracaso en las ventas, la posibilidad de que sea más terrible el más allá, lo que dijo un mesías… todo tiende al misterio, a la posibilidad de una sorpresiva digresión vital.
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