Érase una vez una niña que quería ser princesa. Estudió todo el día y se portó a la perfección deseando que algún día su sueño se hiciera realidad.
Un día, mientras limpiaba su dormitorio, se le apareció un hada y le dijo "¡hola, pequeña! Eres tan buena y tu corazón es tan puro que te concedo un deseo". La niña estaba tan sorprendida que olvidó lo que estaba haciendo y comenzó a bailar por el lugar.
Pasó el tiempo y la niña pensó y pensó qué debería desear "¿seré feliz si deseo un palacio? ¡No lo creo, estaría tan sola!" "¿Seré feliz si deseo un caballo blanco? Probablemente, pero tendré que alimentarlo y no tengo dinero".
De repente, un día le vino a la mente un pensamiento: "¿Seré feliz si deseo la paz mundial?" Lo preguntó en voz alta y el hada apareció de nuevo "Tu deseo ahora se hará realidad" Dijo el hada "y, debido a tu corazón puro, te concederé el deseo más grande que jamás hayas tenido". Y la niña fue feliz simple y presente.
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Respuesta:
Érase una vez una niña que quería ser princesa. Estudió todo el día y se portó a la perfección deseando que algún día su sueño se hiciera realidad.
Un día, mientras limpiaba su dormitorio, se le apareció un hada y le dijo "¡hola, pequeña! Eres tan buena y tu corazón es tan puro que te concedo un deseo". La niña estaba tan sorprendida que olvidó lo que estaba haciendo y comenzó a bailar por el lugar.
Pasó el tiempo y la niña pensó y pensó qué debería desear "¿seré feliz si deseo un palacio? ¡No lo creo, estaría tan sola!" "¿Seré feliz si deseo un caballo blanco? Probablemente, pero tendré que alimentarlo y no tengo dinero".
De repente, un día le vino a la mente un pensamiento: "¿Seré feliz si deseo la paz mundial?" Lo preguntó en voz alta y el hada apareció de nuevo "Tu deseo ahora se hará realidad" Dijo el hada "y, debido a tu corazón puro, te concederé el deseo más grande que jamás hayas tenido". Y la niña fue feliz simple y presente.