Erasé una vez una aldea perdida, a la merced de las grandes y crecientes ciudades, en el centro de esta aldeo había una Aceña que todos los días a las 6 de la mañana se ponía a girar.
Respuesta: En una aldea había una aceña a la que todo el mundo quería ir, pero había un problema y es que para poder ir tenías que darle merced al rey.
Respuesta:
Erasé una vez una aldea perdida, a la merced de las grandes y crecientes ciudades, en el centro de esta aldeo había una Aceña que todos los días a las 6 de la mañana se ponía a girar.
Explicación:
Respuesta: En una aldea había una aceña a la que todo el mundo quería ir, pero había un problema y es que para poder ir tenías que darle merced al rey.
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