El miedo lo es todo. Sí, como si hubiera un concepto que le sugeriría a la gente para enfrentarse a diario, es el miedo. Ya sabes, el miedo te dice tonterías como esa. Entonces, para mí, la confrontación diaria con el miedo se ha convertido en una práctica real para mí desde hace unos tres años.
Entonces, esa noche estás acostado en tu cama y sigues diciendo «hmm» y estás aterrorizado. Entonces, te subes a la camioneta y no sabes que tus amigos tienen la misma noche que tú porque pretenden que no fue así. Te gusta, «¡Dios mío! ¡Ay Dios mío!» Y tu estómago es terrible. No puedes comer y todo, pero no quieres ser el único funk que no salta de este avión.
Entonces, vas y llegas allí, y hay un avión y nadie se detiene. Todo el mundo sigue yendo. Entonces, te subes al avión y estás sentado allí, y, ya sabes, es extra porque estás sentado en el regazo de un tipo, un extraño en su regazo. Intentaste hacer una pequeña charla, «¡Sí, hombre!» Entonces, has estado saltando con la gente todo el tie
Respuesta:
El miedo lo es todo. Sí, como si hubiera un concepto que le sugeriría a la gente para enfrentarse a diario, es el miedo. Ya sabes, el miedo te dice tonterías como esa. Entonces, para mí, la confrontación diaria con el miedo se ha convertido en una práctica real para mí desde hace unos tres años.
Entonces, esa noche estás acostado en tu cama y sigues diciendo «hmm» y estás aterrorizado. Entonces, te subes a la camioneta y no sabes que tus amigos tienen la misma noche que tú porque pretenden que no fue así. Te gusta, «¡Dios mío! ¡Ay Dios mío!» Y tu estómago es terrible. No puedes comer y todo, pero no quieres ser el único funk que no salta de este avión.
Entonces, vas y llegas allí, y hay un avión y nadie se detiene. Todo el mundo sigue yendo. Entonces, te subes al avión y estás sentado allí, y, ya sabes, es extra porque estás sentado en el regazo de un tipo, un extraño en su regazo. Intentaste hacer una pequeña charla, «¡Sí, hombre!» Entonces, has estado saltando con la gente todo el tie
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