Quito, con la riqueza de sus templos, es como un Museo Público de arte religioso. De las mismas iglesias han salido los objetos para constituir los museos y colecciones particulares.
El doctor Manuel María Sánchez, en su informe oficial de Ministro de Instrucción en 1914, dio cuenta que se había destinado el Kiosco de la Alameda para que constara en él una galería permanente de obras de arte.
El afán coleccionista se suscitó en Quito, cuando a consecuencia de la nacionalización de los bienes de las Comunidades Religiosas, quedaron los Monasterios reducidos a un estado de suma pobreza. En esta coyuntura la autoridad eclesiástica de entonces facultó a los superiores la venta de las obras de arte que no estuvieran destinadas al culto. De este modo las personas particulares pudieron adquirir, a precios como de subasta, cuadros, imágenes y enseres, para formar sus colecciones.
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En 1939 el Estado adquirió las colecciones de don Pacífico Chiriboga y don Alfredo Flores Caamaño, que sirvieron de fondos para organizar el Museo de Arte Colonial, inaugurado el 24 de mayo de 1944, bajo la dirección de don Nicolás Delgado. Para su instalación se adecuó una casa de estilo colonial, que había pertenecido a los descendientes de don Francisco Villacís. Una sala del piso alto se destinó a Miguel de Santiago y otra a las obras de Bernardo Rodríguez, Manuel Samaniego, Bernardo de Legarda y Caspicara. En la sala principal se colocaron imágenes y cuadros, generalmente anónimos. En los corredores, colocados en vitrinas, se exhibieron ejemplares de imágenes y figuras, labradas en madera, marfil y corozo, por los escultores de la colonia. En el piso bajo se ha destinado la sala mayor a las exposiciones que patrocinaba la Casa de la Cultura.
En 1951 se inauguró el Museo Municipal en el llamado Cuartel Real de Lima, que fue adecuado para Archivo del Municipio y para Museo. Los fondos de que consta provinieron del donativo hecho a la ciudad por don Alberto Mena Caamaño, coleccionista no sólo de obras de arte colonial quiteño, sino de algunas adquisiciones hechas en España. También aportó a la riqueza del Museo el donativo de don Miguel Ángel Álvarez. El Museo Municipal contiene un valioso ejemplar de Miguel de Santiago, cuadros de la época colonial y abundante representación de Pinto, Manosalvas y Troya. En el sótano que sirvió de cárcel a los Próceres, se exhiben ejemplares de armería antigua. Una pequeña sala se ha destinado a la exposición de obras de los artistas plásticos contemporáneos.
Respuesta:
ArribaAbajoMuseos y colecciones
Quito, con la riqueza de sus templos, es como un Museo Público de arte religioso. De las mismas iglesias han salido los objetos para constituir los museos y colecciones particulares.
El doctor Manuel María Sánchez, en su informe oficial de Ministro de Instrucción en 1914, dio cuenta que se había destinado el Kiosco de la Alameda para que constara en él una galería permanente de obras de arte.
El afán coleccionista se suscitó en Quito, cuando a consecuencia de la nacionalización de los bienes de las Comunidades Religiosas, quedaron los Monasterios reducidos a un estado de suma pobreza. En esta coyuntura la autoridad eclesiástica de entonces facultó a los superiores la venta de las obras de arte que no estuvieran destinadas al culto. De este modo las personas particulares pudieron adquirir, a precios como de subasta, cuadros, imágenes y enseres, para formar sus colecciones.
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En 1939 el Estado adquirió las colecciones de don Pacífico Chiriboga y don Alfredo Flores Caamaño, que sirvieron de fondos para organizar el Museo de Arte Colonial, inaugurado el 24 de mayo de 1944, bajo la dirección de don Nicolás Delgado. Para su instalación se adecuó una casa de estilo colonial, que había pertenecido a los descendientes de don Francisco Villacís. Una sala del piso alto se destinó a Miguel de Santiago y otra a las obras de Bernardo Rodríguez, Manuel Samaniego, Bernardo de Legarda y Caspicara. En la sala principal se colocaron imágenes y cuadros, generalmente anónimos. En los corredores, colocados en vitrinas, se exhibieron ejemplares de imágenes y figuras, labradas en madera, marfil y corozo, por los escultores de la colonia. En el piso bajo se ha destinado la sala mayor a las exposiciones que patrocinaba la Casa de la Cultura.
En 1951 se inauguró el Museo Municipal en el llamado Cuartel Real de Lima, que fue adecuado para Archivo del Municipio y para Museo. Los fondos de que consta provinieron del donativo hecho a la ciudad por don Alberto Mena Caamaño, coleccionista no sólo de obras de arte colonial quiteño, sino de algunas adquisiciones hechas en España. También aportó a la riqueza del Museo el donativo de don Miguel Ángel Álvarez. El Museo Municipal contiene un valioso ejemplar de Miguel de Santiago, cuadros de la época colonial y abundante representación de Pinto, Manosalvas y Troya. En el sótano que sirvió de cárcel a los Próceres, se exhiben ejemplares de armería antigua. Una pequeña sala se ha destinado a la exposición de obras de los artistas plásticos contemporáneos.
Explicación:
Le respondo esto para q aga pero falta mucho más