En cualquier actividad en que las personas interactúan, se desarrollan códigos morales. Esto sucede en grupos de cualquier tamaño: una familia, un equipo, una empresa, una nación, una raza.
¿Qué es un código moral? Es una serie de acuerdos a los que la persona se ha suscrito para garantizar la supervivencia del grupo.
Tomemos por ejemplo, la Constitución de Estados Unidos. Fue un acuerdo que hicieron los trece estados originales que la crearon, respecto a cómo conducirían sus asuntos. Siempre que se ha quebrantado esa Constitución, el país ha tenido problemas. Lo primero que establecía era que no debía existir impuesto alguno sobre la renta. Más tarde, esto se violó. Después cambiaron otro punto en ella y luego otro y otro más. Y cada vez que se ha hecho esto, ha causado problemas.
¿Por qué hay dificultades? Porque no hay más acuerdos que el acuerdo básico.
El hombre ha aprendido que cuando ha hecho acuerdos sobre códigos de conducta o sobre lo que es adecuado, sobrevive, y cuando no los ha hecho, no sobrevive. Y así, cuando las personas se reúnen, siempre redactan una larga y voluminosa serie de acuerdos sobre lo que es moral (es decir, lo que contribuirá a la supervivencia) y lo que es inmoral (aquello que será destructivo para la supervivencia).
Moral, según estas definiciones, es todo aquello que, en determinado momento, se considera que tiene características en favor de la supervivencia. Una acción en favor de la supervivencia es una acción moral. Y se consideran inmorales aquellas cosas que van en contra de la supervivencia.
Cuando dos o más personas tienen un acuerdo mutuo, actúan juntas y a eso se le llama acción conjunta. Bailar con alguien es una acción conjunta; pelear con alguien es una acción conjunta; trabajar en una organización es una acción conjunta.
En la experiencia naval, se conoce el dato de que los miembros de la tripulación de un barco no tienen ningún valor hasta haber afrontado algún terrible peligro o haber peleado juntos. Podríamos tener un barco navegando con una tripulación nueva y, aunque estén entrenados para sus deberes, nada funciona: los suministros nunca parecen llegar a bordo, el combustible nunca parece fluir libremente hacia las máquinas; no sucede nada, excepto confusión. Entonces un día el barco afronta una gran tormenta, con olas enormes y embravecidas y con cada miembro de la tripulación a bordo trabajando conjuntamente para achicar el agua de la sala de máquinas y mantener las hélices girando. De una forma u otra, evitan que el barco se haga pedazos y la tormenta amaina (decrece, disminuye). Ahora, por alguna razón especial, tenemos un verdadero barco.
Ya sea que se trate de un grupo de dos personas en sociedad o de una nación entera que se esté formando, tras haber despojado de sus tierras a otra raza –el tamaño del grupo no importa–, se establecen ciertos acuerdos. La duración del acuerdo no tiene mucho que ver. Podría ser un acuerdo de un día, de un mes o para los siguientes quinientos años.
Por lo tanto, las personas, al formar grupos, crean una serie de acuerdos sobre lo que es correcto y lo que es incorrecto, lo que es moral y lo que es inmoral, lo que supone supervivencia y lo que no supone supervivencia. Eso es lo que se crea. Y luego esto se desintegra por transgresiones (violaciones de acuerdos o leyes). Estas transgresiones de cada miembro del grupo, de las que no se habla, pero que son sin embargo transgresiones, se van acumulando gradualmente hasta la desintegración.
En Scientology se han examinado con gran detalle estas transgresiones y sus efectos. El mecanismo que entra en funcionamiento aquí comprende dos partes.
Un acto dañino o una transgresión contra el código moral del grupo se denomina acto hostil. Cuando una persona hace algo contrario al código moral con el que se ha comprometido, o cuando omite hacer algo que debería haber hecho de acuerdo a ese código moral, ha cometido un acto hostil. Un acto hostil infringe aquello con lo que uno se ha comprometido.
La transgresión, no expresada ni mencionada, contra un código moral al que la persona se ha comprometido se llama ocultación. Una ocultación es un acto hostil que la persona ha cometido del cual no habla. Es algo que la persona cree que si se revelara, pondría en peligro su propia preservación. Cualquier ocultación viene después de un acto hostil. Por lo tanto, un acto hostil es algo que se hace; una ocultación es un acto hostil que se oculta a otra persona o personas.
La única persona que puede separar a alguien de un grupo es la persona misma, y el único mecanismo mediante el cual puede hacerlo es la ocultación. La persona oculta a los demás miembros del grupo las transgresiones contra el código moral del grupo y así se individualiza (se separa) del grupo, y por lo tanto, el grupo se desintegra.
Los males sociales del hombre son principalmente un compuesto de sus dificultades personales. El enfoque funcional es ayudar al individuo a solucionar sus dificultades personales para su mejora y la de la sociedad de la que forma parte.
En cualquier actividad en que las personas interactúan, se desarrollan códigos morales. Esto sucede en grupos de cualquier tamaño: una familia, un equipo, una empresa, una nación, una raza.
¿Qué es un código moral? Es una serie de acuerdos a los que la persona se ha suscrito para garantizar la supervivencia del grupo.
Tomemos por ejemplo, la Constitución de Estados Unidos. Fue un acuerdo que hicieron los trece estados originales que la crearon, respecto a cómo conducirían sus asuntos. Siempre que se ha quebrantado esa Constitución, el país ha tenido problemas. Lo primero que establecía era que no debía existir impuesto alguno sobre la renta. Más tarde, esto se violó. Después cambiaron otro punto en ella y luego otro y otro más. Y cada vez que se ha hecho esto, ha causado problemas.
¿Por qué hay dificultades? Porque no hay más acuerdos que el acuerdo básico.
El hombre ha aprendido que cuando ha hecho acuerdos sobre códigos de conducta o sobre lo que es adecuado, sobrevive, y cuando no los ha hecho, no sobrevive. Y así, cuando las personas se reúnen, siempre redactan una larga y voluminosa serie de acuerdos sobre lo que es moral (es decir, lo que contribuirá a la supervivencia) y lo que es inmoral (aquello que será destructivo para la supervivencia).
Moral, según estas definiciones, es todo aquello que, en determinado momento, se considera que tiene características en favor de la supervivencia. Una acción en favor de la supervivencia es una acción moral. Y se consideran inmorales aquellas cosas que van en contra de la supervivencia.
Cuando dos o más personas tienen un acuerdo mutuo, actúan juntas y a eso se le llama acción conjunta. Bailar con alguien es una acción conjunta; pelear con alguien es una acción conjunta; trabajar en una organización es una acción conjunta.
En la experiencia naval, se conoce el dato de que los miembros de la tripulación de un barco no tienen ningún valor hasta haber afrontado algún terrible peligro o haber peleado juntos. Podríamos tener un barco navegando con una tripulación nueva y, aunque estén entrenados para sus deberes, nada funciona: los suministros nunca parecen llegar a bordo, el combustible nunca parece fluir libremente hacia las máquinas; no sucede nada, excepto confusión. Entonces un día el barco afronta una gran tormenta, con olas enormes y embravecidas y con cada miembro de la tripulación a bordo trabajando conjuntamente para achicar el agua de la sala de máquinas y mantener las hélices girando. De una forma u otra, evitan que el barco se haga pedazos y la tormenta amaina (decrece, disminuye). Ahora, por alguna razón especial, tenemos un verdadero barco.
Ya sea que se trate de un grupo de dos personas en sociedad o de una nación entera que se esté formando, tras haber despojado de sus tierras a otra raza –el tamaño del grupo no importa–, se establecen ciertos acuerdos. La duración del acuerdo no tiene mucho que ver. Podría ser un acuerdo de un día, de un mes o para los siguientes quinientos años.
Por lo tanto, las personas, al formar grupos, crean una serie de acuerdos sobre lo que es correcto y lo que es incorrecto, lo que es moral y lo que es inmoral, lo que supone supervivencia y lo que no supone supervivencia. Eso es lo que se crea. Y luego esto se desintegra por transgresiones (violaciones de acuerdos o leyes). Estas transgresiones de cada miembro del grupo, de las que no se habla, pero que son sin embargo transgresiones, se van acumulando gradualmente hasta la desintegración.
En Scientology se han examinado con gran detalle estas transgresiones y sus efectos. El mecanismo que entra en funcionamiento aquí comprende dos partes.
Un acto dañino o una transgresión contra el código moral del grupo se denomina acto hostil. Cuando una persona hace algo contrario al código moral con el que se ha comprometido, o cuando omite hacer algo que debería haber hecho de acuerdo a ese código moral, ha cometido un acto hostil. Un acto hostil infringe aquello con lo que uno se ha comprometido.
La transgresión, no expresada ni mencionada, contra un código moral al que la persona se ha comprometido se llama ocultación. Una ocultación es un acto hostil que la persona ha cometido del cual no habla. Es algo que la persona cree que si se revelara, pondría en peligro su propia preservación. Cualquier ocultación viene después de un acto hostil. Por lo tanto, un acto hostil es algo que se hace; una ocultación es un acto hostil que se oculta a otra persona o personas.
La única persona que puede separar a alguien de un grupo es la persona misma, y el único mecanismo mediante el cual puede hacerlo es la ocultación. La persona oculta a los demás miembros del grupo las transgresiones contra el código moral del grupo y así se individualiza (se separa) del grupo, y por lo tanto, el grupo se desintegra.
Los males sociales del hombre son principalmente un compuesto de sus dificultades personales. El enfoque funcional es ayudar al individuo a solucionar sus dificultades personales para su mejora y la de la sociedad de la que forma parte.