El lugar de nacimiento del pueblo judío es la Tierra de Israel (Eretz Israel). Ahí se desarrolló una parte considerable de la larga historia de la nación, de la cual los primeros mil años están registrados en la Biblia; ahí se formó su identidad cultural, religiosa y nacional; y ahí, su presencia física se ha mantenido a lo largo de los siglos, inclusive después de que la mayoría fuera enviada por la fuerza al exilio. Durante los largos años de dispersión, el pueblo judío nunca cortó ni olvidó su lazo con la Tierra. Con el establecimiento del Estado de Israel en 1948, la independencia judía, perdida dos mil años antes, fue recobrada.
La arqueología en Israel se dedica a la investigación sistemática de los vestigios del pasado, desde la prehistoria hasta el fin de la dominación otomana. Los abundantes hallazgos arqueológicos atestiguan la presencia en la Tierra de Israel de numerosas culturas, que han dejado su rastro en ella.
Por encima de todo la investigación arqueológica evidencia el vínculo histórico entre el pueblo judío, la Biblia y la Tierra de Israel, al descubrir los remanentes del legado cultural del pueblo judío en su tierra ancestral.
Esta cadena histórica ininterrumpida se observa por doquier en todo el país. Jerusalén, la capital, es el punto focal de una amplia actividad arqueológica, que ha revelado los vestigios de 5.000 años de historia.
Respuesta:
El lugar de nacimiento del pueblo judío es la Tierra de Israel (Eretz Israel). Ahí se desarrolló una parte considerable de la larga historia de la nación, de la cual los primeros mil años están registrados en la Biblia; ahí se formó su identidad cultural, religiosa y nacional; y ahí, su presencia física se ha mantenido a lo largo de los siglos, inclusive después de que la mayoría fuera enviada por la fuerza al exilio. Durante los largos años de dispersión, el pueblo judío nunca cortó ni olvidó su lazo con la Tierra. Con el establecimiento del Estado de Israel en 1948, la independencia judía, perdida dos mil años antes, fue recobrada.
La arqueología en Israel se dedica a la investigación sistemática de los vestigios del pasado, desde la prehistoria hasta el fin de la dominación otomana. Los abundantes hallazgos arqueológicos atestiguan la presencia en la Tierra de Israel de numerosas culturas, que han dejado su rastro en ella.
Por encima de todo la investigación arqueológica evidencia el vínculo histórico entre el pueblo judío, la Biblia y la Tierra de Israel, al descubrir los remanentes del legado cultural del pueblo judío en su tierra ancestral.
Esta cadena histórica ininterrumpida se observa por doquier en todo el país. Jerusalén, la capital, es el punto focal de una amplia actividad arqueológica, que ha revelado los vestigios de 5.000 años de historia.
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