Había una vez dos amigos que vivían en un palacio con sus familias, que trabajan al servicio del rey. Uno de ellos conoció a una niña que le gustó tanto que quería que pensó hacerle un regalo. Un día, paseaba con su amigo por el salón principal y vio un gran jarrón con las flores más bonitas que pudiera imaginarse, y decidió coger una para regalársela a la niña, pensando que no se notaria. Lo mismo hizo al siguiente día, y al otro, y al otro... hasta que un día faltaron tantas flores que el rey se dio cuenta y se enfado tanto que mando a llamar a todo el mundo.
Cuando estaban entre el rey, el niño pensaba que debía decir que había sido el, pero su amigo le decía que se callara, que el rey se enfadada muchísimo con el. Estaba muerto de miedo, pero cuando el rey llegó junto a él, decidió contárselo todo. En cuanto dijo que había sido el, el rey se puso rojo de cólera, pero al oír lo que había hecho con las flores, en su cara apareció una gran sonrisa, y dijo "no se me habría ocurrido un uso mejor para mis flores"
Y desde ese día, el niño y el rey se hicieron muy amigos, y se acercaban juntos (a ok no :V) y se acercaban juntos a tomar dos de aquellas maravillosas flores, una para la niña y otra para la reina.
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Qué siempre hay qué decir la verdad ,a pesar qué otras personas te digan qué no lo hagas
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espero y qué te sirva esto
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disculpa pero necesito los puntos :(
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okey disculpa ok no ;(