yuli2006
Es larga te la emvio en 2 o 3 partes 1 parte La pastorela En nuestra cultura la pastorela tiene sus antecedentes en la época colonial, cuando los evangelizadores aprovecharon la tradición teatral de la cultura náhuatl para difundir en forma didáctica el cristianismo. Los jesuitas fueron los principales impulsores de los coloquios, representaciones que señalan el inicio de estas expresiones teatrales. Desde el punto de vista religioso, la pastorela es la recreación de los problemas que enfrenta un grupo de pastores para llegar a la adoración del Niño Jesús nacido en Belén. En el trayecto luchan contra Lucifer quien, representando los siete pecados capitales, pone todo tipo de trampas, obstáculos y tentaciones para hacerlos desistir. El Arcángel San Miguel libra una intensa batalla con él y finalmente lo vence. Se trata de un enfrentamiento entre el bien y el mal del que se desprenden ciertas lecciones. Estas representaciones adquieren un nuevo carácter al salir de los atrios de las iglesias para escenificarse en las calles y plazas, donde se recogen las costumbres y prácticas de cada región. Por ello, en las postrimerías del siglo XVI existen referencias de una pastorela propiamente mexicana, sobre todo en regiones de antigua influencia jesuita como Puebla, Querétaro, Guanajuato y Jalisco. Posteriormente surgieron las pastorelas más pícaras que, dejando a un lado su lenguaje pulcro, dieron paso a otro, cargado de sensualidad, sentido irónico, cómico y, muchas veces, soez. De esta forma, en los últimos años, la crítica social y política también se ha hecho presente en la trama de muchas obras que son producto de la creatividad popular. Como modalidad teatral surgió a partir de que José Joaquín Fernández de Lizardi escribió en el siglo XIX La noche más venturosa, primera pastorela que se representó en un escenario con actores profesionales y un lenguaje culto. Desde entonces, este género dramático se ha representado en época navideña en los teatros mexicanos y, a pesar de que ha sufrido indudables transformaciones, aún conserva un contenido y una estructura más o menos permanente, cuyo tema central sigue siendo el nacimiento y la adoración del niño Dios, e incorpora algunos personajes nuevos. En la pastorela mexicana son representados fundamentalmente: los pastores Bato, Brasy y Gila, entre otros; los demonios, Lucifer, San Miguel, José, María, el Niño Jesús y un ermitaño. A éstos se les han agregado una serie de cantos y música tradicionales que le dan un sello particular a las pastorelas de cada región, estado o pueblo, sin olvidar las danzas y otras manifestaciones populares. En ellas, hay cantos, caminatas, diálogos entre diablos y pastores, la lucha entre San Miguel y Lucifer, la adoración de los pastores, el ofrecimiento de regalos y la despedida. Cabe señalar que la trama de muchas pastorelas ha ido pasando de generación en generación a través de la tradición oral. Entre otras, se conoce la de Metepec en el Estado de México, la de Tepotzotlán en Puebla y la del Altillo en la ciudad de México. Es así como este género se ha ido afianzando en el gusto del pueblo, a la vez que se ha convertido en un buen pretexto para poner en juego creatividad e ingenio, y reflejar la realidad social por medio de una tradición cultural como la Navidad. GUION DE PASTOLERA PRIMER CUADRO.
Narrador: En tiempos de Herodes, envió Dios al angel Gabriel a Nazareth, a visitar a una virgen desposada con un varón de la Casa de David, llamado José. El nombre de la Virgen era María, y el Arcángel la saludo diciendo:
Arcángel: Dios te salve María. Llena eres de gracia. ( María observa asombrada). El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres. Oh, María, no temas, porque has hallado gracia a los ojos de Dios. Sábete que has de concebir en tu seno, y darás a luz a un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Este será grande, y será llamado hijo del Altísimo, al cual el Señor Dios dará el trono de David, y reinará en la casa de Jacob eternamente y su reino no tendrá fin.
María: ¿Y cómo ha de ser eso? Pues yo no conozco varón alguno (acercándose)
Arcángel: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el fruto santo que de ti nacerá será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu prima Isabel, que en su vejez ha concebido también un hijo, porque para Dios no hay nada imposible.
María: (arrodillándose) He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
1 parte
La pastorela En nuestra cultura la pastorela tiene sus antecedentes en la época colonial, cuando los evangelizadores aprovecharon la tradición teatral de la cultura náhuatl para difundir en forma didáctica el cristianismo. Los jesuitas fueron los principales impulsores de los coloquios, representaciones que señalan el inicio de estas expresiones teatrales. Desde el punto de vista religioso, la pastorela es la recreación de los problemas que enfrenta un grupo de pastores para llegar a la adoración del Niño Jesús nacido en Belén. En el trayecto luchan contra Lucifer quien, representando los siete pecados capitales, pone todo tipo de trampas, obstáculos y tentaciones para hacerlos desistir. El Arcángel San Miguel libra una intensa batalla con él y finalmente lo vence. Se trata de un enfrentamiento entre el bien y el mal del que se desprenden ciertas lecciones. Estas representaciones adquieren un nuevo carácter al salir de los atrios de las iglesias para escenificarse en las calles y plazas, donde se recogen las costumbres y prácticas de cada región. Por ello, en las postrimerías del siglo XVI existen referencias de una pastorela propiamente mexicana, sobre todo en regiones de antigua influencia jesuita como Puebla, Querétaro, Guanajuato y Jalisco. Posteriormente surgieron las pastorelas más pícaras que, dejando a un lado su lenguaje pulcro, dieron paso a otro, cargado de sensualidad, sentido irónico, cómico y, muchas veces, soez. De esta forma, en los últimos años, la crítica social y política también se ha hecho presente en la trama de muchas obras que son producto de la creatividad popular. Como modalidad teatral surgió a partir de que José Joaquín Fernández de Lizardi escribió en el siglo XIX La noche más venturosa, primera pastorela que se representó en un escenario con actores profesionales y un lenguaje culto. Desde entonces, este género dramático se ha representado en época navideña en los teatros mexicanos y, a pesar de que ha sufrido indudables transformaciones, aún conserva un contenido y una estructura más o menos permanente, cuyo tema central sigue siendo el nacimiento y la adoración del niño Dios, e incorpora algunos personajes nuevos. En la pastorela mexicana son representados fundamentalmente: los pastores Bato, Brasy y Gila, entre otros; los demonios, Lucifer, San Miguel, José, María, el Niño Jesús y un ermitaño. A éstos se les han agregado una serie de cantos y música tradicionales que le dan un sello particular a las pastorelas de cada región, estado o pueblo, sin olvidar las danzas y otras manifestaciones populares. En ellas, hay cantos, caminatas, diálogos entre diablos y pastores, la lucha entre San Miguel y Lucifer, la adoración de los pastores, el ofrecimiento de regalos y la despedida. Cabe señalar que la trama de muchas pastorelas ha ido pasando de generación en generación a través de la tradición oral. Entre otras, se conoce la de Metepec en el Estado de México, la de Tepotzotlán en Puebla y la del Altillo en la ciudad de México. Es así como este género se ha ido afianzando en el gusto del pueblo, a la vez que se ha convertido en un buen pretexto para poner en juego creatividad e ingenio, y reflejar la realidad social por medio de una tradición cultural como la Navidad. GUION DE PASTOLERA PRIMER CUADRO.
Narrador: En tiempos de Herodes, envió Dios al angel Gabriel a Nazareth, a visitar a una virgen desposada con un varón de la Casa de David, llamado José. El nombre de la Virgen era María, y el Arcángel la saludo diciendo:
Arcángel: Dios te salve María. Llena eres de gracia. ( María observa asombrada). El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres. Oh, María, no temas, porque has hallado gracia a los ojos de Dios. Sábete que has de concebir en tu seno, y darás a luz a un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Este será grande, y será llamado hijo del Altísimo, al cual el Señor Dios dará el trono de David, y reinará en la casa de Jacob eternamente y su reino no tendrá fin.
María: ¿Y cómo ha de ser eso? Pues yo no conozco varón alguno (acercándose)
Arcángel: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el fruto santo que de ti nacerá será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu prima Isabel, que en su vejez ha concebido también un hijo, porque para Dios no hay nada imposible.
María: (arrodillándose) He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.