La Revolución Rusa es uno de esos acontecimientos que marcan la historia del mundo con “un antes y un después”. Las circunstancias que le dieron origen, como la Primera Guerra Mundial, demostraron a la humanidad que el capitalismo mundial (imperialismo) es el sistema de explotación económica más bestial que haya existido, capaz de sacrificar la vida de millones de seres humanos en la búsqueda de la ganancia capitalista. Cada generación que “olvide”, o no haya aprendido de esa experiencia, está condenada a volver a sufrir las consecuencias, como sucedería con la Segunda Guerra Mundial y en cada crisis capitalista, como todavía acontece 95 años después. Los europeos de hoy deben estar sintiendo un “deja vù”. Para no mencionar a los millones que en África, Asia y América Latina han padecido permanentemente las miserias de la expoliación capitalista.
La Revolución Rusa es uno de esos acontecimientos que marcan la historia del mundo con “un antes y un después”. Las circunstancias que le dieron origen, como la Primera Guerra Mundial, demostraron a la humanidad que el capitalismo mundial (imperialismo) es el sistema de explotación económica más bestial que haya existido, capaz de sacrificar la vida de millones de seres humanos en la búsqueda de la ganancia capitalista. Cada generación que “olvide”, o no haya aprendido de esa experiencia, está condenada a volver a sufrir las consecuencias, como sucedería con la Segunda Guerra Mundial y en cada crisis capitalista, como todavía acontece 95 años después. Los europeos de hoy deben estar sintiendo un “deja vù”. Para no mencionar a los millones que en África, Asia y América Latina han padecido permanentemente las miserias de la expoliación capitalista.