el profeta en relación con el hecho de que Dios le envió a profetizar contra Nínive, la ciudad capital Asiria. Él no nos muestra el funcionamiento secreto del corazón de un incrédulo, sino que incluso los de un siervo escogido de Dios.
Cuando recibió un mensaje de Dios, él primeramente huye de la responsabilidad de entregarlo. Pero la disciplina de Dios al haber sido ser echado al mar y tragado por un gran pez verdaderamente llevó su alma a su punto más bajo. Con todo, a pesar de una experiencia tan traumática, cuando es traído de vuelta por Dios e inducido a obedecer, entonces él prefirió adjudicarse el crédito por el mensaje, y pensó más en su reputación como profeta que en los derechos de Dios a mostrar misericordia a una ciudad arrepentida.
Respuesta: Jonás era profeta. Jehová le dijo que advirtiera al pueblo de Nínive que su ciudad sería destruida, si no se arrepentían.
Jonás 1:1–2
Pero el pueblo de Nínive era enemigo de los israelitas. Jonás no quería predicarles, así que abordó un barco que lo llevaría lejos de Nínive.
Jonás 1:3
Mientras Jonás estaba en el barco, vino una gran tormenta. Los hombres del barco temieron por sus vidas. Le pidieron a Jonás que orara a Jehová para que los salvara.
Respuesta:
el profeta en relación con el hecho de que Dios le envió a profetizar contra Nínive, la ciudad capital Asiria. Él no nos muestra el funcionamiento secreto del corazón de un incrédulo, sino que incluso los de un siervo escogido de Dios.
Cuando recibió un mensaje de Dios, él primeramente huye de la responsabilidad de entregarlo. Pero la disciplina de Dios al haber sido ser echado al mar y tragado por un gran pez verdaderamente llevó su alma a su punto más bajo. Con todo, a pesar de una experiencia tan traumática, cuando es traído de vuelta por Dios e inducido a obedecer, entonces él prefirió adjudicarse el crédito por el mensaje, y pensó más en su reputación como profeta que en los derechos de Dios a mostrar misericordia a una ciudad arrepentida.
Respuesta: Jonás era profeta. Jehová le dijo que advirtiera al pueblo de Nínive que su ciudad sería destruida, si no se arrepentían.
Jonás 1:1–2
Pero el pueblo de Nínive era enemigo de los israelitas. Jonás no quería predicarles, así que abordó un barco que lo llevaría lejos de Nínive.
Jonás 1:3
Mientras Jonás estaba en el barco, vino una gran tormenta. Los hombres del barco temieron por sus vidas. Le pidieron a Jonás que orara a Jehová para que los salvara.
Jonás 1:4–6