Esa frase de Vince Lombardi de “ganar no lo es todo, es lo único”, aplica perfectamente en los negocios. Quien diga que lo más importante es la experiencia o el aprendizaje, que lo “importante no es ganar sino competir” estaría diciendo probablemente algo así: “Esta vez perdimos 30 millones en una mala campaña publicitaria, nos ganó la competencia el mercado, en la negociación perdimos la cuenta, pero bueno, no importa porque lo importante es competir”. ¡Vaya! Ya quisiera ver que algún accionista le dijera: “Tienes razón; bueno, ahí te van otros 30 millones porque contigo ganamos mucha experiencia ”. Sin embargo, decía mi viejo conocido, tener una actitud competitiva no es igual a ser competitivo. Explicaba que la competitividad es una cuestión de actitud, de siempre querer ser el mejor, pero no necesariamente a costa de todo.
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Esa frase de Vince Lombardi de “ganar no lo es todo, es lo único”, aplica perfectamente en los negocios. Quien diga que lo más importante es la experiencia o el aprendizaje, que lo “importante no es ganar sino competir” estaría diciendo probablemente algo así: “Esta vez perdimos 30 millones en una mala campaña publicitaria, nos ganó la competencia el mercado, en la negociación perdimos la cuenta, pero bueno, no importa porque lo importante es competir”. ¡Vaya! Ya quisiera ver que algún accionista le dijera: “Tienes razón; bueno, ahí te van otros 30 millones porque contigo ganamos mucha experiencia ”. Sin embargo, decía mi viejo conocido, tener una actitud competitiva no es igual a ser competitivo. Explicaba que la competitividad es una cuestión de actitud, de siempre querer ser el mejor, pero no necesariamente a costa de todo.