El socialismo es, ante todo, un conjunto de ideas que conduce a una sociedad ideal. En tal sociedad, se supone, todo funcionará armónicamente. Dejarán de existir los conflictos entre los distintos seres humanos debido a la óptima planificación de los recursos y la producción.
Para llevar a cabo esa sociedad ideal, se parte de la creencia de que “no existe la naturaleza humana intrínsecamente”, en la expresión de Adolfo Zerboglio, es decir, se supone que es el sistema de producción el que determina los pensamientos y acciones humanas, y no a la inversa. De ahí que sería cuestión de buscar el mejor sistema de producción y los seres humanos se adaptarán al mismo en cierto lapso de tiempo. Esta vez no deberíamos adaptarnos a la voluntad de Dios, o al orden natural, sino a la planificación social hecha por un hombre.
El socialismo es, ante todo, un conjunto de ideas que conduce a una sociedad ideal. En tal sociedad, se supone, todo funcionará armónicamente. Dejarán de existir los conflictos entre los distintos seres humanos debido a la óptima planificación de los recursos y la producción.
Para llevar a cabo esa sociedad ideal, se parte de la creencia de que “no existe la naturaleza humana intrínsecamente”, en la expresión de Adolfo Zerboglio, es decir, se supone que es el sistema de producción el que determina los pensamientos y acciones humanas, y no a la inversa. De ahí que sería cuestión de buscar el mejor sistema de producción y los seres humanos se adaptarán al mismo en cierto lapso de tiempo. Esta vez no deberíamos adaptarnos a la voluntad de Dios, o al orden natural, sino a la planificación social hecha por un hombre.