respuesta:Es necesario abrir esta serie repasando los cinco años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, las dos fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial argentina para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España.
Es necesario abrir esta serie repasando los cinco años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, las dos fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial argentina para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España.En ambas ocasiones, tuvieron lugar acciones conducidas por hombres o gobiernos de Buenos Aires: “Mayo” sucedió en el marco del Cabildo porteño cuyos vecinos, como habitantes de la hermana mayor -al decir de Juan J. Paso-, fueron los actores de la emancipación, y el Congreso de Tucumán fue hechura del Directorio, autoridad eminentemente porteña, si bien al momento de la convocatoria era ejercido -curiosamente- por el militar arequipeño Ignacio Álvarez Thomas, lo que explica la magnitud regional que alcanzó.
Es necesario abrir esta serie repasando los cinco años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, las dos fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial argentina para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España.En ambas ocasiones, tuvieron lugar acciones conducidas por hombres o gobiernos de Buenos Aires: “Mayo” sucedió en el marco del Cabildo porteño cuyos vecinos, como habitantes de la hermana mayor -al decir de Juan J. Paso-, fueron los actores de la emancipación, y el Congreso de Tucumán fue hechura del Directorio, autoridad eminentemente porteña, si bien al momento de la convocatoria era ejercido -curiosamente- por el militar arequipeño Ignacio Álvarez Thomas, lo que explica la magnitud regional que alcanzó.Además, las dos fechas tienen en común una trascendencia simbólica por las decisiones políticas que les dieron significación: emancipación de la autoridad española, en la primera; e independencia de España, en la otra. Ellas las convirtieron en acontecimientos liminares en el proceso histórico argentino.
Es necesario abrir esta serie repasando los cinco años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, las dos fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial argentina para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España.En ambas ocasiones, tuvieron lugar acciones conducidas por hombres o gobiernos de Buenos Aires: “Mayo” sucedió en el marco del Cabildo porteño cuyos vecinos, como habitantes de la hermana mayor -al decir de Juan J. Paso-, fueron los actores de la emancipación, y el Congreso de Tucumán fue hechura del Directorio, autoridad eminentemente porteña, si bien al momento de la convocatoria era ejercido -curiosamente- por el militar arequipeño Ignacio Álvarez Thomas, lo que explica la magnitud regional que alcanzó.Además, las dos fechas tienen en común una trascendencia simbólica por las decisiones políticas que les dieron significación: emancipación de la autoridad española, en la primera; e independencia de España, en la otra. Ellas las convirtieron en acontecimientos liminares en el proceso histórico argentino.Sin embargo, también en ambos casos, los planteos que se impusieron no fueron novedosos. Es que ya habían sido formulados e intentados previamente en otros sitios del territorio rioplatense, en circunstancias que la historia oficial opacó por su ajenidad respecto de Buenos Aires.
respuesta: Es necesario abrir esta serie repasando los cinco años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, las dos fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial argentina para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España.
Es necesario abrir esta serie repasando los cinco años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, las dos fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial argentina para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España.En ambas ocasiones, tuvieron lugar acciones conducidas por hombres o gobiernos de Buenos Aires: “Mayo” sucedió en el marco del Cabildo porteño cuyos vecinos, como habitantes de la hermana mayor -al decir de Juan J. Paso-, fueron los actores de la emancipación, y el Congreso de Tucumán fue hechura del Directorio, autoridad eminentemente porteña, si bien al momento de la convocatoria era ejercido -curiosamente- por el militar arequipeño Ignacio Álvarez Thomas, lo que explica la magnitud regional que alcanzó.
Es necesario abrir esta serie repasando los cinco años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, las dos fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial argentina para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España.En ambas ocasiones, tuvieron lugar acciones conducidas por hombres o gobiernos de Buenos Aires: “Mayo” sucedió en el marco del Cabildo porteño cuyos vecinos, como habitantes de la hermana mayor -al decir de Juan J. Paso-, fueron los actores de la emancipación, y el Congreso de Tucumán fue hechura del Directorio, autoridad eminentemente porteña, si bien al momento de la convocatoria era ejercido -curiosamente- por el militar arequipeño Ignacio Álvarez Thomas, lo que explica la magnitud regional que alcanzó.Además, las dos fechas tienen en común una trascendencia simbólica por las decisiones políticas que les dieron significación: emancipación de la autoridad española, en la primera; e independencia de España, en la otra. Ellas las convirtieron en acontecimientos liminares en el proceso histórico argentino.
Es necesario abrir esta serie repasando los cinco años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y el 9 de julio de 1816, las dos fechas emblemáticas establecidas por la historia oficial argentina para delimitar la coyuntura durante la cual se decidió y asumió la ruptura definitiva con España.En ambas ocasiones, tuvieron lugar acciones conducidas por hombres o gobiernos de Buenos Aires: “Mayo” sucedió en el marco del Cabildo porteño cuyos vecinos, como habitantes de la hermana mayor -al decir de Juan J. Paso-, fueron los actores de la emancipación, y el Congreso de Tucumán fue hechura del Directorio, autoridad eminentemente porteña, si bien al momento de la convocatoria era ejercido -curiosamente- por el militar arequipeño Ignacio Álvarez Thomas, lo que explica la magnitud regional que alcanzó.Además, las dos fechas tienen en común una trascendencia simbólica por las decisiones políticas que les dieron significación: emancipación de la autoridad española, en la primera; e independencia de España, en la otra. Ellas las convirtieron en acontecimientos liminares en el proceso histórico argentino.Sin embargo, también en ambos casos, los planteos que se impusieron no fueron novedosos. Es que ya habían sido formulados e intentados previamente en otros sitios del territorio rioplatense, en circunstancias que la historia oficial opacó por su ajenidad respecto de Buenos Aires.