El procesamiento de toxinas y la digestión de nutrientes es responsabilidad de un conjunto de órganos que funcionan cooperativamente entre sí, mediante el rol articulador del sistema endocrino, que opera a través de algunas glándulas importantes como lo son el pancreas, las suprarenales y la bilis, capaces de segregar enzimas y de producir hormonas para alcanzar los fines del sistema excretor y digestivo.
El hábito del tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y de comidas altas en sodio, grasas y azúcares, produce un exceso de trabajo y un agotamiento de las glándulas, conduciendo además a su descontrol y esto es lo que permite suponer que una dieta no balanceada y adicciones sean causantes del daño del sistema endocrino, alterándose con esto también el metabolismo humano.
El procesamiento de toxinas y la digestión de nutrientes es responsabilidad de un conjunto de órganos que funcionan cooperativamente entre sí, mediante el rol articulador del sistema endocrino, que opera a través de algunas glándulas importantes como lo son el pancreas, las suprarenales y la bilis, capaces de segregar enzimas y de producir hormonas para alcanzar los fines del sistema excretor y digestivo.
El hábito del tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y de comidas altas en sodio, grasas y azúcares, produce un exceso de trabajo y un agotamiento de las glándulas, conduciendo además a su descontrol y esto es lo que permite suponer que una dieta no balanceada y adicciones sean causantes del daño del sistema endocrino, alterándose con esto también el metabolismo humano.