Francisco de Miranda fue un militar y político de excepción, pero, sobre todo, un viajero y escritor inagotable que dejó para la historia un conjunto de 63 manuscritos que fueron ofrecidos por el gobierno inglés a José Antonio de Irisarri, cuando era el agente de Chile en Londres en 1819, pero lamentable su adquisición no fue posible porque todos los recursos financieros estaban destinados a la preparación de la Expedición Libertadora del Perú de 1820.
Miranda recorrió continentes en busca de apoyo al plan revolucionario para Hispanoamérica y también para conocer algún sistema de gobierno que reemplazara a la monarquía. Como humanista, formó una biblioteca con 2.613 obras y 5.890 volúmenes (Castillo, 1995, p.60), donde abundaban los libros clásicos de la antigüedad y también otros, entre los cuales se encontraban dos ediciones de la Araucana de Alonso de Ercilla y la Istoria Naturale del Cili del abate Molina, que le sirvieron para conocer la geografía y gente del país, y luego sembrar la idea de atacar a la capital del Virreinato de Perú teniendo como base un ejército formado en Chile para después caer sobre Lima a través del mar.
Explicación:
Francisco de Miranda se inicia como revolucionario
Después de servir por 10 años en el ejército español y cuando ocupaba el cargo de ayudante del general español Cagigal, entonces gobernador y capitán general de Cuba, su jefe lo recomienda para el ascenso a coronel. A pesar de los enormes beneficios que lograra el inquieto oficial en la recuperación de las Bahamas, para Carlos III, no sólo se desaprueba la propuesta de Cagigal, sino que se le acusa de contrabando y el Rey ordena su arresto y su envío a España, lo que no prospera por ser falsos los cargos que se le imputan, en virtud de la valiente defensa que hace su jefe.
Cansado de las intrigas, Miranda deja el servicio a España en 1782 y viaja a Filadelfia, cuna y centro de la revolución, con el propósito de investigar por sí mismo el origen del movimiento y cómo poder proyectarlo a la América española. En Estados Unidos el precursor se nutre de las nuevas ideas en el bosque de los acontecimientos que dan paso a la Unión, entidad política novedosa que surge como amenaza para las casas reales europeas. En un comienzo, Miranda solo vio la solemne figura de George Washington, que se distinguía por tratar de fortalecer la confederación que nació apenas se hubo declarado la independencia el 4 de julio de 1776, pero pronto establecerá una relación bastante cercana con la mayoría de sus colaboradores.
Cuando Washington llegó a Filadelfia en diciembre de 1783, Miranda le entregó las cartas credenciales que el general Cagigal le había expedido al salir de Cuba y almorzó con el ilustre general.
espero q te ayude me das corona plisss la nesecito
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Francisco de Miranda fue un militar y político de excepción, pero, sobre todo, un viajero y escritor inagotable que dejó para la historia un conjunto de 63 manuscritos que fueron ofrecidos por el gobierno inglés a José Antonio de Irisarri, cuando era el agente de Chile en Londres en 1819, pero lamentable su adquisición no fue posible porque todos los recursos financieros estaban destinados a la preparación de la Expedición Libertadora del Perú de 1820.
Miranda recorrió continentes en busca de apoyo al plan revolucionario para Hispanoamérica y también para conocer algún sistema de gobierno que reemplazara a la monarquía. Como humanista, formó una biblioteca con 2.613 obras y 5.890 volúmenes (Castillo, 1995, p.60), donde abundaban los libros clásicos de la antigüedad y también otros, entre los cuales se encontraban dos ediciones de la Araucana de Alonso de Ercilla y la Istoria Naturale del Cili del abate Molina, que le sirvieron para conocer la geografía y gente del país, y luego sembrar la idea de atacar a la capital del Virreinato de Perú teniendo como base un ejército formado en Chile para después caer sobre Lima a través del mar.
Explicación:
Francisco de Miranda se inicia como revolucionario
Después de servir por 10 años en el ejército español y cuando ocupaba el cargo de ayudante del general español Cagigal, entonces gobernador y capitán general de Cuba, su jefe lo recomienda para el ascenso a coronel. A pesar de los enormes beneficios que lograra el inquieto oficial en la recuperación de las Bahamas, para Carlos III, no sólo se desaprueba la propuesta de Cagigal, sino que se le acusa de contrabando y el Rey ordena su arresto y su envío a España, lo que no prospera por ser falsos los cargos que se le imputan, en virtud de la valiente defensa que hace su jefe.
Cansado de las intrigas, Miranda deja el servicio a España en 1782 y viaja a Filadelfia, cuna y centro de la revolución, con el propósito de investigar por sí mismo el origen del movimiento y cómo poder proyectarlo a la América española. En Estados Unidos el precursor se nutre de las nuevas ideas en el bosque de los acontecimientos que dan paso a la Unión, entidad política novedosa que surge como amenaza para las casas reales europeas. En un comienzo, Miranda solo vio la solemne figura de George Washington, que se distinguía por tratar de fortalecer la confederación que nació apenas se hubo declarado la independencia el 4 de julio de 1776, pero pronto establecerá una relación bastante cercana con la mayoría de sus colaboradores.
Cuando Washington llegó a Filadelfia en diciembre de 1783, Miranda le entregó las cartas credenciales que el general Cagigal le había expedido al salir de Cuba y almorzó con el ilustre general.
espero q te ayude me das corona plisss la nesecito