La interpretación artística nace casi contemporáneamente con el surgimiento de las primeras creaciones del ingenio, pues la exteriorización de la música, el canto, la danza o el teatro, por ejemplo, suponen de la existencia de un autor y de un intérprete.
1. Identificar la técnica de la obra de arte.
La técnica es la suma de procedimientos y procesos con que se construye la obra de arte; y éstas pueden ser la acuarela, el óleo, la pintura al pastel, la tinta, el carboncillo, la aerografía, etc. Estas técnicas son sólo el medio o herramienta para expresar un concepto en el arte y no el arte por sí mismo. Es por esto, que el artista puede elegir la combinación entre sustrato, formato y material, según su preferencia y estilo.
Para poder interpretar una obra de arte no es necesario conocer a profundidad todas las técnicas; pero sí es importante al menos conocer los tipos y sus principales características.
Para ayudarte con esta tarea, te recomendamos leer un poco sobre el tema en Internet, consultar a personas expertas en el tema, y ver este video de Ana Lemoine, Artista y Co-Fundadora de Artrade; donde te explicará cómo identificar las técnicas de la obra de arte y cuál es su importancia.
2. Entender el contexto de la obra.
Entender el contexto en el que se hizo la obra de arte es esencial para poder interpretarla. Esto contempla saber la época en la que se realizó, qué movimientos sociales había entonces, qué papel jugó la obra en la vida del artista, y si es posible, la situación particular que ese artista atravesaba.
Sin duda, conocer todos esos elementos le responderá al espectador 3 grandes preguntas sobre la obra de arte: ¿cómo se hizo?, ¿por qué se hizo?, y ¿qué quería lograr el artista? Lo que a su vez, nos puede ayudar a conectarnos emocional o intelectualmente con la pieza.
3. Conocer sobre el emplazamiento de la obra.
El término emplazamiento se emplea para señalar la ubicación o el establecimiento geográfico o físico de algo; lo que sería en este contexto: el lugar donde se exhibe la obra de arte. El cual, por lo general es conocido por los espectadores, pero lo que muchos desconocen es la historia de ese lugar.
¿Por qué la obra se exhibe en ese museo o galería?, ¿El lugar le aporta algún valor añadido a la obra?, ¿La historia de la obra y del lugar están relacionadas? Estos son aspectos que nos ayudarán a analizar una obra de arte.
Para apoyarnos, Ana Lemoine, Artista y Co-Fundadora de Artrade, nos contará algunos ejemplos de cómo el emplazamiento de la obra de arte influye en el significado de la misma, y como el contexto en el que se creó puede hacernos sentir emociones.
Finalmente, recuerda que son las cosas que hace el artista, consciente e inconscientemente, las que le dan significado a la obra; y que todos podemos apreciar de diferentes maneras una misma obra, ya sea porque nos guste la composición (forma y distribución de sus elementos), o simplemente la combinación de colores. ¡Y esto es válido!
La interpretación artística nace casi contemporáneamente con el surgimiento de las primeras creaciones del ingenio, pues la exteriorización de la música, el canto, la danza o el teatro, por ejemplo, suponen de la existencia de un autor y de un intérprete.
1. Identificar la técnica de la obra de arte.
La técnica es la suma de procedimientos y procesos con que se construye la obra de arte; y éstas pueden ser la acuarela, el óleo, la pintura al pastel, la tinta, el carboncillo, la aerografía, etc. Estas técnicas son sólo el medio o herramienta para expresar un concepto en el arte y no el arte por sí mismo. Es por esto, que el artista puede elegir la combinación entre sustrato, formato y material, según su preferencia y estilo.
Para poder interpretar una obra de arte no es necesario conocer a profundidad todas las técnicas; pero sí es importante al menos conocer los tipos y sus principales características.
Para ayudarte con esta tarea, te recomendamos leer un poco sobre el tema en Internet, consultar a personas expertas en el tema, y ver este video de Ana Lemoine, Artista y Co-Fundadora de Artrade; donde te explicará cómo identificar las técnicas de la obra de arte y cuál es su importancia.
2. Entender el contexto de la obra.
Entender el contexto en el que se hizo la obra de arte es esencial para poder interpretarla. Esto contempla saber la época en la que se realizó, qué movimientos sociales había entonces, qué papel jugó la obra en la vida del artista, y si es posible, la situación particular que ese artista atravesaba.
Sin duda, conocer todos esos elementos le responderá al espectador 3 grandes preguntas sobre la obra de arte: ¿cómo se hizo?, ¿por qué se hizo?, y ¿qué quería lograr el artista? Lo que a su vez, nos puede ayudar a conectarnos emocional o intelectualmente con la pieza.
3. Conocer sobre el emplazamiento de la obra.
El término emplazamiento se emplea para señalar la ubicación o el establecimiento geográfico o físico de algo; lo que sería en este contexto: el lugar donde se exhibe la obra de arte. El cual, por lo general es conocido por los espectadores, pero lo que muchos desconocen es la historia de ese lugar.
¿Por qué la obra se exhibe en ese museo o galería?, ¿El lugar le aporta algún valor añadido a la obra?, ¿La historia de la obra y del lugar están relacionadas? Estos son aspectos que nos ayudarán a analizar una obra de arte.
Para apoyarnos, Ana Lemoine, Artista y Co-Fundadora de Artrade, nos contará algunos ejemplos de cómo el emplazamiento de la obra de arte influye en el significado de la misma, y como el contexto en el que se creó puede hacernos sentir emociones.
Finalmente, recuerda que son las cosas que hace el artista, consciente e inconscientemente, las que le dan significado a la obra; y que todos podemos apreciar de diferentes maneras una misma obra, ya sea porque nos guste la composición (forma y distribución de sus elementos), o simplemente la combinación de colores. ¡Y esto es válido!
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ojala te ayude
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