Las plantas que fueron domesticadas por las poblaciones precolombinas “tienen mucha mayor probabilidad” de ser dominantes en los bosques amazónicos que otras especies, según revela un nuevo estudio publicado hoy por la revista “Science”.
Esta investigación, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), sugiere que la influencia humana pasada juega un papel importante y duradero en la distribución de las especies de plantas, y puede usarse para “descubrir áreas no identificadas de civilizaciones anteriores“.
En la Amazonía, la “domesticación” de las plantas comenzó hace más de 8.000 años.
Para comprender mejor los efectos a largo plazo de esa domesticación, Carolina Levis, del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía, y un equipo internacional de varias instituciones analizaron un conjunto de datos que abarca 1.170 parcelas de bosque y más de 4.000 especies de plantas en la Amazonía.
La influencia humana jugó un papel importante y duradero en la distribución de las especies amazónicas.
La influencia humana jugó un papel importante y duradero en la distribución de las especies amazónicas. EFE/Marianna Wachelke
Los científicos identificaron 85 especies que fueron brevemente, parcialmente o completamente domesticadas por pueblos precolombinos.
Esas especies tienen cinco veces más probabilidades de ser dominantes que las no domesticadas, además de que están concentradas más cerca de lugares arqueológicos.
Las antiguas culturas precolombinas domesticaron plantas productoras de granos con altísimo valor nutritivo como la quinua, la kiwicha y la cañihua. La región andina de América Latina tiene la ventaja de poseer las tierras y condiciones climáticas ideales para la producción de estos alimentos, que han cobrado fama a nivel mundial.
El cultivo de estos alimentos data de civilizaciones andinas precolombinas localizadas en Perú, Bolivia y Ecuador, que aún son los mayores productores mundiales de estos granos nutritivos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) contienen más del doble de las proteínas que los alimentos habituales como el trigo, arroz o avena. Además se diferencian por ser de mejor calidad.
La quinua es un pseudocereal que se identifica como un grano debido a que sus semillas comestibles, luego de ser procesadas, se cocinan como el arroz. Los Incas denominaron a la quinua como la “madre de todos los granos”, probablemente reconociendo el valor nutricional que posee. Adicionalmente, no contiene gluten y aporta vitaminas, minerales y nueve aminoácidos esenciales.
La kiwicha o amaranto, otro alimento sagrado de los Incas, también fue consumida por las civilizaciones de Aztecas y Mayas. Contiene entre un 13 y un 18% de alto nivel de leucina, un aminoácido esencial para la nutrición. Además, posee un gran contenido de calcio, fósforo, hierro, potasio, zinc, vitamina E y complejo de vitamina B. Incluso, este alimento ha llamado la atención de la NASA, incorporándolo a la dieta de los astronautas en el espacio.
Flora:
Las plantas que fueron domesticadas por las poblaciones precolombinas “tienen mucha mayor probabilidad” de ser dominantes en los bosques amazónicos que otras especies, según revela un nuevo estudio publicado hoy por la revista “Science”.
Esta investigación, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), sugiere que la influencia humana pasada juega un papel importante y duradero en la distribución de las especies de plantas, y puede usarse para “descubrir áreas no identificadas de civilizaciones anteriores“.
En la Amazonía, la “domesticación” de las plantas comenzó hace más de 8.000 años.
Para comprender mejor los efectos a largo plazo de esa domesticación, Carolina Levis, del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía, y un equipo internacional de varias instituciones analizaron un conjunto de datos que abarca 1.170 parcelas de bosque y más de 4.000 especies de plantas en la Amazonía.
La influencia humana jugó un papel importante y duradero en la distribución de las especies amazónicas.
La influencia humana jugó un papel importante y duradero en la distribución de las especies amazónicas. EFE/Marianna Wachelke
Los científicos identificaron 85 especies que fueron brevemente, parcialmente o completamente domesticadas por pueblos precolombinos.
Esas especies tienen cinco veces más probabilidades de ser dominantes que las no domesticadas, además de que están concentradas más cerca de lugares arqueológicos.
Las antiguas culturas precolombinas domesticaron plantas productoras de granos con altísimo valor nutritivo como la quinua, la kiwicha y la cañihua. La región andina de América Latina tiene la ventaja de poseer las tierras y condiciones climáticas ideales para la producción de estos alimentos, que han cobrado fama a nivel mundial.
El cultivo de estos alimentos data de civilizaciones andinas precolombinas localizadas en Perú, Bolivia y Ecuador, que aún son los mayores productores mundiales de estos granos nutritivos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) contienen más del doble de las proteínas que los alimentos habituales como el trigo, arroz o avena. Además se diferencian por ser de mejor calidad.
La quinua es un pseudocereal que se identifica como un grano debido a que sus semillas comestibles, luego de ser procesadas, se cocinan como el arroz. Los Incas denominaron a la quinua como la “madre de todos los granos”, probablemente reconociendo el valor nutricional que posee. Adicionalmente, no contiene gluten y aporta vitaminas, minerales y nueve aminoácidos esenciales.
La kiwicha o amaranto, otro alimento sagrado de los Incas, también fue consumida por las civilizaciones de Aztecas y Mayas. Contiene entre un 13 y un 18% de alto nivel de leucina, un aminoácido esencial para la nutrición. Además, posee un gran contenido de calcio, fósforo, hierro, potasio, zinc, vitamina E y complejo de vitamina B. Incluso, este alimento ha llamado la atención de la NASA, incorporándolo a la dieta de los astronautas en el espacio.