En su estudio sobre el estado de la biodiversidad y los ecosistemas, la Ipbes expone los efectos del cambio climático en la naturaleza y asocia este fenómeno a otros retos ambientales críticos, como la deforestación o la contaminación.
A continuación explicamos los cinco factores que destaca el informe como los principales motores de cambio de la naturaleza:
1. Cambios en el uso del suelo
La presión más grande que ejercemos los humanos sobre la naturaleza proviene de este factor, vinculado a actividades como la ganadería y la minería -que, a su vez, son causas directas de la deforestación-.
Este factor está estrechamente relacionado tanto con la actividad económica de las regiones como con los demás motores de cambio de la naturaleza, para los cuales puede convertirse en una causa o integrarse y generar un impacto aún peor sobre la biodiversidad y los ecosistemas.
2. Cambio climático
El incremento de las emisiones de CO2 y su concentración en la atmósfera generan no solo los cambios de temperatura que venimos experimentando, sino que afectan el funcionamiento de los ecosistemas y provocan la migración de miles de especies.
Según el informe, "se espera que el aumento de las temperaturas y la acidificación de los océanos tengan efectos profundos sobre los ecosistemas marinos", amenazando en particular hábitats como los arrecifes de coral o los pastos marinos y a las especies que dependen directamente de ellos.
Para que profundices en el tema: COP24: cinco novedades tras el cierre de la cumbre climática
3. Contaminación
Se trata de uno de los factores que afecta todos los ecosistemas existentes, aunque el reporte hace énfasis en sus "devastadores efectos directos sobre los hábitats marinos y de agua dulce", que han llevado a que solo un 3% de los océanos se conserven intactos.
Por su parte, la contaminación incide en la degradación de los ecosistemas terrestres por la acumulación de nitrógeno en ellos, producto del uso de combustibles fósiles y fertilizantes que "impiden la descomposición, retardan el crecimiento microbiano y ponen en riesgo la biodiversidad".
4. Explotación de recursos naturales
Las acciones humanas provenientes de un modelo económico extractivista y una concepción antropocéntrica del mundo han afectado no solo el estado natural de los ecosistemas, sino las poblaciones de las especies que los habitan.
Por eso, la aceleración en la pérdida de biodiversidad revelada por el reporte apunta a un consumo desmedido de "peces marinos, invertebrados, árboles, vertebrados tropicales cazados para la carne de caza y especies recolectadas para el comercio de medicamentos y mascotas".
5. Especies invasoras
El "equilibrio perfecto" que atribuimos a la naturaleza puede alterarse con la introducción de especies que no pertenecen originalmente a un ecosistema y que pueden competir con las especies nativas y endémicas del hábitat por los recursos naturales.
Los resultados del informe indican la existencia de "especies o malezas invasoras y exóticas en varias partes del mundo", constituyendo una amenaza para la biodiversidad de esos hábitats y para la actividad económica de numerosas comunidades locales, cuyo sustento depende de su aprovechamiento.
Respuesta:
Cambio Climático
Contaminación
Explosión de recursos naturales
Especies invasoras
Cambio en el uso del suelo
Respuesta:
En su estudio sobre el estado de la biodiversidad y los ecosistemas, la Ipbes expone los efectos del cambio climático en la naturaleza y asocia este fenómeno a otros retos ambientales críticos, como la deforestación o la contaminación.
A continuación explicamos los cinco factores que destaca el informe como los principales motores de cambio de la naturaleza:
1. Cambios en el uso del suelo
La presión más grande que ejercemos los humanos sobre la naturaleza proviene de este factor, vinculado a actividades como la ganadería y la minería -que, a su vez, son causas directas de la deforestación-.
Este factor está estrechamente relacionado tanto con la actividad económica de las regiones como con los demás motores de cambio de la naturaleza, para los cuales puede convertirse en una causa o integrarse y generar un impacto aún peor sobre la biodiversidad y los ecosistemas.
2. Cambio climático
El incremento de las emisiones de CO2 y su concentración en la atmósfera generan no solo los cambios de temperatura que venimos experimentando, sino que afectan el funcionamiento de los ecosistemas y provocan la migración de miles de especies.
Según el informe, "se espera que el aumento de las temperaturas y la acidificación de los océanos tengan efectos profundos sobre los ecosistemas marinos", amenazando en particular hábitats como los arrecifes de coral o los pastos marinos y a las especies que dependen directamente de ellos.
Para que profundices en el tema: COP24: cinco novedades tras el cierre de la cumbre climática
3. Contaminación
Se trata de uno de los factores que afecta todos los ecosistemas existentes, aunque el reporte hace énfasis en sus "devastadores efectos directos sobre los hábitats marinos y de agua dulce", que han llevado a que solo un 3% de los océanos se conserven intactos.
Por su parte, la contaminación incide en la degradación de los ecosistemas terrestres por la acumulación de nitrógeno en ellos, producto del uso de combustibles fósiles y fertilizantes que "impiden la descomposición, retardan el crecimiento microbiano y ponen en riesgo la biodiversidad".
4. Explotación de recursos naturales
Las acciones humanas provenientes de un modelo económico extractivista y una concepción antropocéntrica del mundo han afectado no solo el estado natural de los ecosistemas, sino las poblaciones de las especies que los habitan.
Por eso, la aceleración en la pérdida de biodiversidad revelada por el reporte apunta a un consumo desmedido de "peces marinos, invertebrados, árboles, vertebrados tropicales cazados para la carne de caza y especies recolectadas para el comercio de medicamentos y mascotas".
5. Especies invasoras
El "equilibrio perfecto" que atribuimos a la naturaleza puede alterarse con la introducción de especies que no pertenecen originalmente a un ecosistema y que pueden competir con las especies nativas y endémicas del hábitat por los recursos naturales.
Los resultados del informe indican la existencia de "especies o malezas invasoras y exóticas en varias partes del mundo", constituyendo una amenaza para la biodiversidad de esos hábitats y para la actividad económica de numerosas comunidades locales, cuyo sustento depende de su aprovechamiento.