La frase, o refrán, “quien oye aduladores nunca espere otro premio”, se encuentra en la fábula de Félix María Samaniego “El zorro y el cuervo”
Dicho refrán hace referencia a aquellos que se confían solamente de las personas que se acercan con palabras aduladoras y con halagos, pero en el interior guardan intenciones negativas para la persona a la cual dirigen dichos halagos.
La intención es ayudar a despertar un cierto instinto de conservación, o protección, ante aquellos que se acerquen de esta manera. En especial se indica a los niños para que sean cuidadosos ante dicha situación.
Así mismo se orienta a tener cuidado a quien desea sonar agradable de manera exagerada, porque puede tratar de obtener, o quitar, algo que ha costado trabajo conseguir
La frase, o refrán, “quien oye aduladores nunca espere otro premio”, se encuentra en la fábula de Félix María Samaniego “El zorro y el cuervo”
Dicho refrán hace referencia a aquellos que se confían solamente de las personas que se acercan con palabras aduladoras y con halagos, pero en el interior guardan intenciones negativas para la persona a la cual dirigen dichos halagos.
La intención es ayudar a despertar un cierto instinto de conservación, o protección, ante aquellos que se acerquen de esta manera. En especial se indica a los niños para que sean cuidadosos ante dicha situación.
Así mismo se orienta a tener cuidado a quien desea sonar agradable de manera exagerada, porque puede tratar de obtener, o quitar, algo que ha costado trabajo conseguir