Aunque todas son diferentes, lo que tienen en común todas estas narices es la n.
De hecho, en 1.400 distintos lenguajes del mundo, la palabra para el órgano olfativo contiene el sonido de esa letra.
Ese es apenas uno de los ejemplos que encontró Morten Christiansen de Cornell University, Estados Unidos, en una investigación que lideró para responder la pregunta que se vienen haciendo científicos del lenguaje como él desde hace tiempo:
Explicación:
Aunque una serie de estudios recientes dan a entender que los sonidos que escogemos para ciertos conceptos no son totalmente aleatorios, la teoría tradicional lo niega.
Respuesta:
Aunque todas son diferentes, lo que tienen en común todas estas narices es la n.
De hecho, en 1.400 distintos lenguajes del mundo, la palabra para el órgano olfativo contiene el sonido de esa letra.
Ese es apenas uno de los ejemplos que encontró Morten Christiansen de Cornell University, Estados Unidos, en una investigación que lideró para responder la pregunta que se vienen haciendo científicos del lenguaje como él desde hace tiempo:
Explicación:
Aunque una serie de estudios recientes dan a entender que los sonidos que escogemos para ciertos conceptos no son totalmente aleatorios, la teoría tradicional lo niega.