Explicar la formación de la liga unitaria y el pacto federal, resumido
maryluna2
Liga Unitaria Mientras que en Buenos Aires, los unitarios al mando de Juan Lavalle eran derrotados por Juan Manuel de Rosas, otro jefe unitario, el general José María Paz, imponía su hegemonía en el Interior. Con sus tropas, desplazó al gobernador de Córdoba y se hizo fuerte en esa ciudad.
Inmediatamente, marchó a su encuentro el caudillo riojano Facundo Quiroga, quien fue derrotado por Paz en La Tablada (22 y 23 de junio de 1829) y en Oncativo (25 de febrero de 1830). Estos triunfos le concedieron al general Paz el control de las provincias del Noroeste. El 5 de julio de 1830, las provincias del Interior constituyeron la Liga del Interior o Liga Unitaria, subordinada al Supremo Poder Militar creado en agosto del mismo año, que sería ejercido por el general Paz. La Liga no sólo era una alianza militar ofensiva y defensiva, sino un pacto que propiciaba la reunión de un nuevo congreso para organizar un gobierno nacional. Las provincias firmantes fueron: Córdoba, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis y Santiago del Estero.
El Pacto Federal Alarmadas por la unión de las nueve provincias del Interior en una Liga, las provincias del Litoral dominadas por los federales decidieron realizar su propio pacto. Así, el 4 de enero de 1831, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe firmaron el Pacto Federal en la ciudad de Santa Fe. Poco después, Corrientes se sumó al acuerdo. Al igual que en el caso de la Liga, al acuerdo militar ofensivo y defensivo se agregaban otras cláusulas de importancia; por ejemplo, sobre la libre navegación de los ríos o una futura convocatoria a un congreso.
Inmediatamente, las provincias firmantes declararon la guerra contra la Liga. Si bien el general Paz había demostrado ser un gran estratega, las fuerzas federales contaban con los recursos de Buenos Aires: se anticipaba una lucha larga y cruel. Sin embargo los acontecimientos se precipitaron, Paz fue capturado por una partida federal el 10 de mayo de 1831, mientras realizaba una patrulla de reconocimiento. Sin su jefe, y ahora al mando del general Gregorio Aráoz de Lamadrid, la Liga fue derrotada por Quiroga en La Ciudadela (4 de noviembre de 1831). Como consecuencia, la Liga se derrumbó y las provincias comenzaron a adherir al Pacto Federal, que pasó a denominarse Pacto de Confederación de la República Argentina.
Todo parecía indicar que era el tiempo propicio para dictar una constitución, sin embargo, Juan Manuel de Rosas consideraba que aún no era el momento. El gobernador prefería una alianza informal de todas las provincias, de carácter confederal y sin constitución, donde predominara Buenos Aires.
Mientras que en Buenos Aires, los unitarios al mando de Juan Lavalle eran derrotados por Juan Manuel de Rosas, otro jefe unitario, el general José María Paz, imponía su hegemonía en el Interior. Con sus tropas, desplazó al gobernador de Córdoba y se hizo fuerte en esa ciudad.
Inmediatamente, marchó a su encuentro el caudillo riojano Facundo Quiroga, quien fue derrotado por Paz en La Tablada (22 y 23 de junio de 1829) y en Oncativo (25 de febrero de 1830). Estos triunfos le concedieron al general Paz el control de las provincias del Noroeste.
El 5 de julio de 1830, las provincias del Interior constituyeron la Liga del Interior o Liga Unitaria, subordinada al Supremo Poder Militar creado en agosto del mismo año, que sería ejercido por el general Paz. La Liga no sólo era una alianza militar ofensiva y defensiva, sino un pacto que propiciaba la reunión de un nuevo congreso para organizar un gobierno nacional. Las provincias firmantes fueron: Córdoba, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis y Santiago del Estero.
El Pacto Federal
Alarmadas por la unión de las nueve provincias del Interior en una Liga, las provincias del Litoral dominadas por los federales decidieron realizar su propio pacto. Así, el 4 de enero de 1831, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe firmaron el Pacto Federal en la ciudad de Santa Fe. Poco después, Corrientes se sumó al acuerdo. Al igual que en el caso de la Liga, al acuerdo militar ofensivo y defensivo se agregaban otras cláusulas de importancia; por ejemplo, sobre la libre navegación de los ríos o una futura convocatoria a un congreso.
Inmediatamente, las provincias firmantes declararon la guerra contra la Liga. Si bien el general Paz había demostrado ser un gran estratega, las fuerzas federales contaban con los recursos de Buenos Aires: se anticipaba una lucha larga y cruel. Sin embargo los acontecimientos se precipitaron, Paz fue capturado por una partida federal el 10 de mayo de 1831, mientras realizaba una patrulla de reconocimiento. Sin su jefe, y ahora al mando del general Gregorio Aráoz de Lamadrid, la Liga fue derrotada por Quiroga en La Ciudadela (4 de noviembre de 1831). Como consecuencia, la Liga se derrumbó y las provincias comenzaron a adherir al Pacto Federal, que pasó a denominarse Pacto de Confederación de la República Argentina.
Todo parecía indicar que era el tiempo propicio para dictar una constitución, sin embargo, Juan Manuel de Rosas consideraba que aún no era el momento. El gobernador prefería una alianza informal de todas las provincias, de carácter confederal y sin constitución, donde predominara Buenos Aires.