Los últimos Juegos Olímpicos de la Antigüedad se celebraron en el 393 d. C., casi doce siglos después de sus comienzos.
Tras la adopción del cristianismo como religión oficial del Imperio romano con el Edicto de Tesalónica (28 de febrero de 380), el emperador Teodosio prohibió toda celebración pagana, incluyendo los juegos olímpicos.
Los últimos Juegos Olímpicos de la Antigüedad se celebraron en el 393 d. C., casi doce siglos después de sus comienzos.
Tras la adopción del cristianismo como religión oficial del Imperio romano con el Edicto de Tesalónica (28 de febrero de 380), el emperador Teodosio prohibió toda celebración pagana, incluyendo los juegos olímpicos.