Una vez superada la etapa más intensa de sus vidas, aquella llena de pendientes con los preparativos de la decoración para matrimonio, citas con los proveedores de flores, banquete y mobiliario o las cotizaciones con las agencias de viajes para encontrar el destino para luna de miel más conveniente de acuerdo al presupuesto; viene la segunda parte y la más interesante y duradera, el día a día en pareja: muchos planes y proyectos juntos, situaciones nuevas que quizá no saben cómo manejar las preocupaciones e inseguridades. Todo esto es totalmente normal y hace parte del proceso que conlleva aprender a convivir con el otro y conocer esta nueva faceta de cada uno.
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Una vez superada la etapa más intensa de sus vidas, aquella llena de pendientes con los preparativos de la decoración para matrimonio, citas con los proveedores de flores, banquete y mobiliario o las cotizaciones con las agencias de viajes para encontrar el destino para luna de miel más conveniente de acuerdo al presupuesto; viene la segunda parte y la más interesante y duradera, el día a día en pareja: muchos planes y proyectos juntos, situaciones nuevas que quizá no saben cómo manejar las preocupaciones e inseguridades. Todo esto es totalmente normal y hace parte del proceso que conlleva aprender a convivir con el otro y conocer esta nueva faceta de cada uno.