Respuesta:
espero a verte ayudado
Explicación:
Desde diversos ángulos, bien puede decirse que somos agua y que
eso lo incluye casi todo. Pocas presencias son tan importantes y bási-
cas, pero por ser algo tan obvio y cotidiano tiende a olvidarse por parte
de aquellos que no la echan en falta, e incluso para éstos es algo dado
por supuesto sin comprender a fondo sus innumerables implicaciones.
Lo cierto es que atañe a todos los registros de la vida humana (y del
resto de vidas) con una fuerza inaudita, hasta el punto de convertirse
en cierto modo en su espejo, con las connotaciones simbólicas de esta
metáfora: el espejo capta lo que sucede y fluye (como el propio agua),
refleja todas las cosas, es el continente receptivo y siempre adaptado
al contenido; muestra, en fin, el movimiento del universo, que es jus-
tamente la tarea propia del pensamiento (de ahí la asociación de éste
a la simbología del espejo)1. Luego el carácter especular y metafórico
del agua se suma a su peso empírico y proporciona así una buena
perspectiva para observar nuestro presente histórico, del que lo menos
que puede decirse es que sufre una crisis de fundamentos de la que
ya nadie puede dudar. En la mente de todos están los complejos as-
pectos sociales, ecológicos, económicos, geopolíticos, etc. del caso,
pero hay que recordar el sencillo hilo conductor que los une, al menos
como primera divisa: la confusión absoluta entre valor y precio.
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta:
espero a verte ayudado
Explicación:
Desde diversos ángulos, bien puede decirse que somos agua y que
eso lo incluye casi todo. Pocas presencias son tan importantes y bási-
cas, pero por ser algo tan obvio y cotidiano tiende a olvidarse por parte
de aquellos que no la echan en falta, e incluso para éstos es algo dado
por supuesto sin comprender a fondo sus innumerables implicaciones.
Lo cierto es que atañe a todos los registros de la vida humana (y del
resto de vidas) con una fuerza inaudita, hasta el punto de convertirse
en cierto modo en su espejo, con las connotaciones simbólicas de esta
metáfora: el espejo capta lo que sucede y fluye (como el propio agua),
refleja todas las cosas, es el continente receptivo y siempre adaptado
al contenido; muestra, en fin, el movimiento del universo, que es jus-
tamente la tarea propia del pensamiento (de ahí la asociación de éste
a la simbología del espejo)1. Luego el carácter especular y metafórico
del agua se suma a su peso empírico y proporciona así una buena
perspectiva para observar nuestro presente histórico, del que lo menos
que puede decirse es que sufre una crisis de fundamentos de la que
ya nadie puede dudar. En la mente de todos están los complejos as-
pectos sociales, ecológicos, económicos, geopolíticos, etc. del caso,
pero hay que recordar el sencillo hilo conductor que los une, al menos
como primera divisa: la confusión absoluta entre valor y precio.