Explica para que va jesus al desierto y que le sucede
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LA TENTACIÓN DE JESÚS EN EL DESIERTO,“PRÓLOGO” AL RESTO DE LA EXPOSICIÓN DE LA OBRA MESIÁNICA DE JESÚS.Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant“Cuaresma, tiempo de conversión” Evangelio según san Mateo 4:1-111 Entonces fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. 2 Y, habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, al fin tuvo hambre.3 Y acercándose el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 Pero él respondió, diciendo: Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” Le llevó entonces el diablo a la Ciudad Santa, y, poniéndole sobre el pináculo del Templo, 6 le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo, pues escrito está: “A sus ángeles encargará que te tomen en sus manos para que no tropiece tu pie contra una piedra.” 7 Le dijo Jesús: También está escrito: “No tentarás al Señor tu Dios.” 8 De nuevo le llevó el diablo a un monte muy alto, y mostrándole todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 le dijo: Todo esto te daré si de rodillas me adoras. 10 Le dijo entonces Jesús: Apártate, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y a El solo darás culto.” 11 Entonces el diablo le dejó, y llegaron ángeles y le servían.COMENTARIO-ESTUDIONos encontramos con uno de los relatos más misteriosos e incomprensible o enigmático de los evangelios según san Mateo, en el se expone un elemento diabólico; la tentación.Comienza el relato con la expresión entonces, con esta forma se esta vinculando que sucedió luego del bautismo de Jesús y la expresión se transforma en un simple cambio de escena. Jesús, sometido en todo a la acción del Espíritu Santo, el relato dice que “fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo”. Va al desierto para ser “tentado” por el diablo. La palabra usada lo mismo puede significar “tentación” en el sentido de solicitar al pecado, que indicar, simplemente, ser sometido a prueba.El desierto aparece en la literatura judía y oriental como lugar donde moraba: los malos espíritus, y en especial los demonios como los dicen otros relatos evangélicos. Pero tiene también otro sentido mesiánico, además de lugar de penitencia y aislamiento.Las comunidades de esenios y Qumrán son un claro ejemplo de ello.El diablo significa, conforme a su etimología “echador,” en sentido de acusador, calumniador o tentador. Se decía que su oficio era triple, solicitar al hombre al pecado (cf. Zac 3:1; Job 2:6ss), acusarlo luego ante el tribunal de Dios y aplicar la muerte en castigo al pecado; de ahí llamarle en la literatura rabínica, “el ángel de la muerte.”El tiempo que se establece para esta tentación es de cuarenta días y cuarenta noches. Podemos fijar atención en esta cifra, es de ambiente bíblico, así es como se menciona en el diluvio (Gen 7:12), también en la estancia de Moisés en el Sinaí (Ex 24:18), lo mismo en los años de Israel en el desierto (Núm 14:33-34).Dice el relato; “Y, habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, al fin tuvo hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”, con cuya respuesta esperaba saber si era el Mesías o no, que transforme estas piedras en pan. Sugerencia bajo capa de piedad: que no sufra un privilegiado hijo de Dios. “Hijo de Dios” se refiere, como en otros casos (Mt 8:29; 27:40.43; Mc 1:1), al Mesías, esto se comprende en especial porque con el bautismo se le proclamó “su” Hijo (cf. Mt 9:25). Se esperaba entonces que el Mesías, al modo de Moisés, haría descender otra vez del cielo una lluvia de “maná”, del que se comería en aquellos años. Acaso pueda en el evangelista san Mateo un recuerdo de esto.Jesús le contesta con un argumento de la Escritura: “Está escrito.” La palabra de Dios cierra toda discusión. “El hombre no vive sólo de pan, sino de toda palabra que sale de boca de Dios” (Dt 8:3). Jesús alude aquí al sentido espiritual de confianza en la omnipotencia de Dios, en función de otra vida superior, a la que hay que atender con preferencia. Que es lo que Jesús recordará más tarde junto al pozo de Siquem: “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me envió” (Jn 4:34). Por eso dijo a sus discípulos: “Yo tengo una comida que vosotros no sabéis” (Jn 4:32).Jesús pudo hacer el milagro. Pero éste no debe hacerse inútilmente. El abandono al Espíritu y a la Providencia fue el medio para rechazar la tentación.Continua el relato con esta forma; “Le llevó entonces el diablo a la Ciudad Santa” ¿es el diablo quien tiene la iniciativa?, es un enigma, pero la expresión muestra que este sujeto tiene la iniciativa, pero sin exigir una acción física .