Debido a la peligrosidad que conlleva realizar saltos y zambullidas en el agua, i-Natación recomienda la supervisión de un profesional que controle y asesore en la práctica de los ejercicios que a continuación se van a explicar.
Nos gustaría que con estas palabras nadie pasara por alto el hecho que la práctica de esta actividad de forma irresponsable puede producir accidentes muy graves y consecuencias irreversibles de por vida. Por este motivo, vamos a numerar algunas de las medidas y normas a tomar como medio de precaución en una piscina, un río, un lago, el mar, etc:
Nunca te lances al agua sin conocer su profundidad y los posibles obstáculos que no puedan verse. La profundidad mínima en una piscina será de 1´8 metros. En este punto hay que señalar que es obligatorio (al menos en España) indicar la profundidad de la piscina al borde de la pileta con pintura resistente al agua. También deberían figurar carteles de "prohibido saltar" en zonas donde la profundidad sea inferior a 1´5 metros.
Antes de saltar, comprueba que la zona está despejada de usuarios y obstáculos.
Siempre que saltes de cabeza deberas hacerlo con los brazos extendidos delante de la cabeza.
No utilizar gafas de buceo sin cristales de seguridad.
No te hagas el valiente ni intentes impresionar a los demás.
Para iniciarte en los saltos antes deberá tener unos conocimientos mínimos sobre familiarización, desplazamientos en el agua y buceo. Esto quiere decir que antes deberías aprender a nadar y sentirte cómodo en profundidades de 1´8 metros.
Nunca saltar en ríos, lagos, pantanos, mar, etc., ya que la mayoría de las veces, en estas situaciones, no es posible ver la profundidad por tratarse de agua turbia.
Para realizar estos ejercicios es muy importante que el alumno sea capaz de ejecutar con soltura y seguridad pequeños desplazamientos en el agua, tanto en la superficie como buceando, apneas, giros bajo el agua, etc. El indicador del "nivel" es relativo, todo depende del nivel de la persona que vaya a realizar el ejercicio.
2. Reglas básicas:
Antes de comenzar con los ejercicios te explicamos otras normas, complementarias a las anteriores, que debes conocer para practicar las zambullidas.
Para evitar golpes en la cara o en el pecho contra el agua se debe entrar en y deslizarse dentro del agua siempre con los brazos extendidos delante de la cabeza, no sin antes mirar hacia donde voy.
Por otro lado, siempre que se salte desde fuera del agua, se deberá agarrar el borde con los dedos de los pies como se indica en la imagen. Esto evitará que al saltar hacia adelante, nuestros pies resbalen y nos golpeemos.
3. Ejercicio: Salto en posición sentado con brazos estirados al frenteDificultad: Media
Descripción del ejercicio: Familiarización con las zambullidas. Progresión del salto de cabeza.
Posición incial: Sentado al borde de la piscina con las rodillas juntas y los pies tocando la pared.
Cuerpo inclinado hacia adelante con la cabeza agachada entre los brazos extendidos y apuntando hacia el agua.
Entrada en el agua: En la posición descrita intenta tocar el agua con la punta de los dedos, hasta que pierdas el equilibrio y se introduzcas en el agua.
Levanta las caderas e, inclinándote aún más, te dejarás caer hacia adelante. Lo primero que tocará el agua será la punta de los dedos, después las manos, los brazos y la cabeza. En el momento que entren los brazos deberás estirar tus piernas.
Deslizamiento y salida a la superficie: Lo último que debe entrar en el agua son las piernas y los pies.
Intenta que las piernas estén lo mas estiradas posible.
Una vez que todo el cuerpo está sumergido nos dirigiremos a la superficie con los brazos estirados.
Observaciones:
Siempre debes mirar al agua antes de zambullirte y ver el lugar donde vas a entrar en el agua. Después de mirar vuelve a poner la cabeza entre los brazos.
Si no estiras tu cuerpo en el momento de entrar en el agua, es muy probable que, al estar tronco y piernas agrupadas, realices una boltereta en el agua.
1. Nota muy importante:
Debido a la peligrosidad que conlleva realizar saltos y zambullidas en el agua, i-Natación recomienda la supervisión de un profesional que controle y asesore en la práctica de los ejercicios que a continuación se van a explicar.
Nos gustaría que con estas palabras nadie pasara por alto el hecho que la práctica de esta actividad de forma irresponsable puede producir accidentes muy graves y consecuencias irreversibles de por vida. Por este motivo, vamos a numerar algunas de las medidas y normas a tomar como medio de precaución en una piscina, un río, un lago, el mar, etc:
Nunca te lances al agua sin conocer su profundidad y los posibles obstáculos que no puedan verse. La profundidad mínima en una piscina será de 1´8 metros. En este punto hay que señalar que es obligatorio (al menos en España) indicar la profundidad de la piscina al borde de la pileta con pintura resistente al agua. También deberían figurar carteles de "prohibido saltar" en zonas donde la profundidad sea inferior a 1´5 metros.
Antes de saltar, comprueba que la zona está despejada de usuarios y obstáculos.
Siempre que saltes de cabeza deberas hacerlo con los brazos extendidos delante de la cabeza.
No utilizar gafas de buceo sin cristales de seguridad.
No te hagas el valiente ni intentes impresionar a los demás.
Para iniciarte en los saltos antes deberá tener unos conocimientos mínimos sobre familiarización, desplazamientos en el agua y buceo. Esto quiere decir que antes deberías aprender a nadar y sentirte cómodo en profundidades de 1´8 metros.
Nunca saltar en ríos, lagos, pantanos, mar, etc., ya que la mayoría de las veces, en estas situaciones, no es posible ver la profundidad por tratarse de agua turbia.
Para realizar estos ejercicios es muy importante que el alumno sea capaz de ejecutar con soltura y seguridad pequeños desplazamientos en el agua, tanto en la superficie como buceando, apneas, giros bajo el agua, etc. El indicador del "nivel" es relativo, todo depende del nivel de la persona que vaya a realizar el ejercicio.
2. Reglas básicas:
Antes de comenzar con los ejercicios te explicamos otras normas, complementarias a las anteriores, que debes conocer para practicar las zambullidas.
Para evitar golpes en la cara o en el pecho contra el agua se debe entrar en y deslizarse dentro del agua siempre con los brazos extendidos delante de la cabeza, no sin antes mirar hacia donde voy.
Por otro lado, siempre que se salte desde fuera del agua, se deberá agarrar el borde con los dedos de los pies como se indica en la imagen. Esto evitará que al saltar hacia adelante, nuestros pies resbalen y nos golpeemos.
3. Ejercicio: Salto en posición sentado con brazos estirados al frenteDificultad: Media
Descripción del ejercicio: Familiarización con las zambullidas. Progresión del salto de cabeza.
Posición incial: Sentado al borde de la piscina con las rodillas juntas y los pies tocando la pared.
Cuerpo inclinado hacia adelante con la cabeza agachada entre los brazos extendidos y apuntando hacia el agua.
Entrada en el agua: En la posición descrita intenta tocar el agua con la punta de los dedos, hasta que pierdas el equilibrio y se introduzcas en el agua.
Levanta las caderas e, inclinándote aún más, te dejarás caer hacia adelante. Lo primero que tocará el agua será la punta de los dedos, después las manos, los brazos y la cabeza. En el momento que entren los brazos deberás estirar tus piernas.
Deslizamiento y salida a la superficie: Lo último que debe entrar en el agua son las piernas y los pies.
Intenta que las piernas estén lo mas estiradas posible.
Una vez que todo el cuerpo está sumergido nos dirigiremos a la superficie con los brazos estirados.
Observaciones:
Siempre debes mirar al agua antes de zambullirte y ver el lugar donde vas a entrar en el agua. Después de mirar vuelve a poner la cabeza entre los brazos.
Si no estiras tu cuerpo en el momento de entrar en el agua, es muy probable que, al estar tronco y piernas agrupadas, realices una boltereta en el agua.
Procura no hundirte demasiado.