Cuando hacemos la pregunta crucial: ¿Qué causa el bullying? Tenemos que conformarnos con la simple respuesta de que es un comportamiento mal-adaptativo, determinado por factores tan variables como múltiples, sin que exista una causa específica para explicarlo.
Nosotros no creemos que lo antedicho satisfaga totalmente nuestra curiosidad científica.
Leamos
Cuando sucede algo negativo, tendemos a buscar culpables. Hasta tal punto se da esa tendencia que se pueden clasificar los tipos de personalidad según se reacciona ante las frustraciones: quienes sistemáticamente se auto inculpan de lo que sucede, quienes piensan que la culpa siempre la tienen los demás y, por último, quienes no echan la culpa a nadie. Bien porque no se atreven a juzgar o porque no le otorgan excesiva importancia a los contratiempos que la vida nos depara.
Las reacciones de autoinculpación provocan en el individuo un estado de ansiedad cuyo origen podemos encontrarlo en sistemas de educación rígidos. La familia, la escuela o el medio social han estado tradicionalmente cargados de leyes y normas de conducta regidas por el miedo al rechazo o al castigo. Así, hemos ido interiorizando paulatinamente este catálogo represivo hasta que terminan constituyendo parte de nuestra personalidad. Es como un juez o policía que llevamos dentro y que actúa imponiéndose a la espontaneidad de la acción y del pensamiento. Las personas con este sentimiento de culpa se llenan de obligaciones aunque éstas no les correspondan. Son extremadamente escrupulosos y exigentes a la hora de enjuiciarse y viven pendientes de que el castigo o la sanción puedan sobre caer en ellos.
Explicación:
Molestar a alguien por su físico u personalidad lo cual afecta a la persona que recibe el insulto (no creo que esta bien pero lo intente xd)
Cuando hacemos la pregunta crucial: ¿Qué causa el bullying? Tenemos que conformarnos con la simple respuesta de que es un comportamiento mal-adaptativo, determinado por factores tan variables como múltiples, sin que exista una causa específica para explicarlo.
Nosotros no creemos que lo antedicho satisfaga totalmente nuestra curiosidad científica.
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Cuando sucede algo negativo, tendemos a buscar culpables. Hasta tal punto se da esa tendencia que se pueden clasificar los tipos de personalidad según se reacciona ante las frustraciones: quienes sistemáticamente se auto inculpan de lo que sucede, quienes piensan que la culpa siempre la tienen los demás y, por último, quienes no echan la culpa a nadie. Bien porque no se atreven a juzgar o porque no le otorgan excesiva importancia a los contratiempos que la vida nos depara.
Las reacciones de autoinculpación provocan en el individuo un estado de ansiedad cuyo origen podemos encontrarlo en sistemas de educación rígidos. La familia, la escuela o el medio social han estado tradicionalmente cargados de leyes y normas de conducta regidas por el miedo al rechazo o al castigo. Así, hemos ido interiorizando paulatinamente este catálogo represivo hasta que terminan constituyendo parte de nuestra personalidad. Es como un juez o policía que llevamos dentro y que actúa imponiéndose a la espontaneidad de la acción y del pensamiento. Las personas con este sentimiento de culpa se llenan de obligaciones aunque éstas no les correspondan. Son extremadamente escrupulosos y exigentes a la hora de enjuiciarse y viven pendientes de que el castigo o la sanción puedan sobre caer en ellos.